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Entrada de la casa museo ubicada en Casar de Periedo, donde se celebran conciertos y exposiciones. Javier Rosendo
La conquistadora melodía de Jesús de Monasterio

La conquistadora melodía de Jesús de Monasterio

Cultura. La Casa Museo situada en Casar de Periedo, que fuera residencia de verano del virtuoso violinista y compositor, pasará a formar parte de la Red de Músicos Europeos

Lucía Alcolea

Cabezón de la Sal

Domingo, 10 de abril 2022, 08:25

La Casa Museo Jesús de Monasterio de Casar de Periedo -pedanía de Cabezón de la Sal- va a ser una puerta abierta hacia Europa. El palacio, residencia de verano del virtuoso violinista y compositor del siglo XIX, pasará a formar parte de la Red de Casas y Museos de Músicos Europeos. La iniciativa partió del presidente de la institución, Jorge Chaminé, que estableció contacto con la directora general de Patrimonio del Gobierno de Cantabria, Zoraida Hijosa, y el coordinador del museo de Casar, Enrique Campuzano, quien hace cinco años comenzó a recorrer un largo camino para convertir el emblemático edificio en una referencia musical, al menos a nivel regional. A partir de ahora será un lugar al que mirar cuando se hable de Europa. La red de la que formará parte este espacio tiene como objetivo hacer de la música un nexo de unión, «un puente entre culturas y un diálogo entre disciplinas». Una 'conversación' entre iguales en la que a partir de ahora tendrá algo que decir el edificio de Casar de Periedo, un pueblo más conocido quizá por la celebración de su multitudinaria Feria de la Alubia que por la casa del histórico compositor, a la que nunca se le ha dado demasiada importancia en el panorama cultural de la región.

Pero las cosas van a cambiar. La institución está compuesta por cuarenta casas de músicos pertenecientes a veinte países distintos. En España hay cuatro, relata Enrique Campuzano: «la Casa de Manuel de Falla, en Granada; la Casa Pau Casals, en Vendrell (Tarragona); la de Victoria de los Ángeles, en Barcelona, y la de Jesús de Monasterio aquí, en Cantabria». Un privilegio que situará a Casar de Periedo en el mapa, al menos desde el punto de vista musical. Y no solo eso. «Ser miembro de este colectivo supone divulgar la labor del excelente arista, uno de los más importantes del siglo XIX», resalta la directora general. También contribuirá a que se empiece a valorar lo que significa disponer de un patrimonio de estas características, algo en lo que Campuzano no ha dejado de hacer hincapié, aunque sus palabras hayan caído muchas veces en saco roto. El historiador ha sido el principal impulsor del proyecto para convertir el inmueble de Casar de Periedo en un museo de la música, una labor que ha realizado con escaso apoyo institucional.

Es la pasión lo que mueve a estos promotores culturales, por eso Campuzano emplea el superlativo para describir cómo beneficiará a Cantabria esta candidatura. «Nos permitirá acceder a subvenciones a nivel europeo y realizar intercambios con jóvenes músicos de diferentes países». Es una de las actividades que se organizan en la red, desde donde también apuntan a investigadores y doctorandos, incluso se habla de poner en marcha «residencias artísticas». Asímismo, «se valora desarrollar un programa basado en diversas temáticas y la puesta en marcha de eventos musicales». Y no se puede hablar de lazos entre comunidades sin tener en cuenta el potencial de las nuevas tecnologías. En este aspecto incide precisamente la directora general de Patrimonio. «Nos permitirá digitalizar archivos musicales empleando técnicas actuales». Hijosa propone incluso «crear sinergias con el Palacio de Festivales» y asegura que la Vicepresidencia del Gobierno de Cantabria «es consciente del potencial de este proyecto y se compromete a colaborar en lo que sea necesario». Un apoyo fundamental para que la iniciativa no se convierta en humo.

«Se podrán realizar intercambios entre jóvenes músicos de diferentes países del continente»

En este sentido Campuzano se muestra optimista. «Hablamos de acceder a fondos europeos de una red en la que están integrados bancos, asociaciones (como Europa Nostra) y promotores que buscan fortalecer los lazos de hermanamiento entre los diferentes países con importantes estructuras de comunicación», asegura. Una buena noticia para un inmueble que hace siete años estuvo cerca de convertirse en un museo de la taxidermia, una iniciativa que finalmente se descartó.

Campuzano y el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Cabezón de la Sal optaron sin embargo por crear un centro de interpretación y cumplir así la voluntad del músico, que cedió el edificio a condición de que fuera empleado con fines artísticos y culturales. La intención de Enrique Campuzano es que sea un lugar de encuentro entre estudiosos de la música o un espacio de ensayo.

Archivos

El museo dispone de fonoteca, biblioteca y sala de documentación. Casi todo es gracias a Campuzano, que se ha encargado de recuperar aquello que en el interior del inmueble alude al virtuoso violinista, para lo que ha utilizado sus numerosos contactos. La directora del Festival Internacional de Santander, Valentina Granados, donó hace dos años 233 cds y sesenta libros, «una colección que engloba obras capitales de la música clásica en España y en el mundo», explicaba entonces el historiador. «Se trata de material de gran valor, porque muchas de las obras están descatalogadas y hay grabaciones y libros que se pueden considerar históricos sobre músicos del entorno de Jesús de Monasterio». A pesar de todo falta trabajo por hacer y como siempre que se habla de cultura, sería necesario disponer de más financiación. Quizá la inclusión de esta casa museo en una red europea despierte el interés de las instituciones.

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