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Pocas veces el salón de actos del Ayuntamiento de Rionansa ha estado tan repleto de gente como en la tarde de ayer. La ocasión sin duda que lo merecía pues se iniciaban las actividades programadas para celebrar el 50 aniversario del descubrimiento de la cueva ... de Chufín y lo hacía con el homenaje a su descubridor, Manuel de Cos, y al que durante más de tres décadas fue su primer guía, Antonio Gómez Fraile, los dos grandes protagonistas de la última etapa de esta cavidad.
Gentes muy diversas relacionadas con el patrimonio de la región, como la directora del Museo Altamira, Pilar Fatás; políticos como el presidente del Parlamento de Cantabria, Joaquín Gómez; vecinos del Nansa y jóvenes de la asociación Entre Valles, participaron en este primer acto organizado por la Dirección General de Patrimonio Cultural y Memoria Histórica de la Consejería de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte, en colaboración con el Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de la Universidad de Cantabria y el Ayuntamiento de Rionansa.
El alcalde de Rionansa, José Luis Herrero, destacó la especial personalidad de los dos homenajeados que con sus aportaciones, uno como descubridor y el otro con su especial manera de mostrar la cavidad, han dado un extraordinario recurso al valle del Nansa. Por su parte la directora general de Patrimonio, Zoraida Hijosa, resaltó que el amplio programa de actividades que se van a desarrollar tendrá como principal objetivo promocionar y fomentar el conocimiento de Chufín para todo el mundo, pero teniendo como principal destinatarios a los propios vecinos del Nansa, «para que lo conozcan, se sientan orgullosos y para que formen parte de su identidad».
Manuel de Cos, fallecido en el año 2017, y Antonio Gómez, enfermo, estuvieron presentes a través de la proyección del documental 'Susurros', de Marcos Fernández Aldaco, grabado en el año 2014 y también a través de la presencia de sus familiares y amigos. Una de ellos, Mary Sol González, recordaba que Manuel de Cos luchó contra el silencio en el que las autoridades de la época le quisieron mantener y cómo su manera de ver las cosas le llevó a descubrir el verdadero tesoro que alberga Chufín, «un tesoro que otros muchos habían buscado, de acuerdo con la leyenda que se había propagado, pero que hasta entonces nadie había descubierto porque ellos miraban al suelo, esperando encontrar joyas, mientras que Manuel miró a las paredes para descubrir el arte», recordó.
Por su parte Raúl, el hijo de Antonio Gómez, destacó el esfuerzo y el tesón de su padre por mantener la cueva siempre abierta, sin importarle ni horarios ni días. «Mi padre era más que un guía, los visitantes podía desayunar en nuestra casa, la cueva formaba parte de nuestra vida, el hacía que las visitas fuesen muy especiales en cada punto del recorrido», señaló.
El amplio programa de actividades preparado tuvo ayer tras el homenaje su primer acto con la conferencia ofrecida por el arqueólogo Diego Gárate sobre 'Las cuevas decoradas de la Edad de Hielo en la cuenca del río Nansa, en patrimonio cántabro excepcional'. Hasta el 19 de octubre se celebrará cerca de una veintena de actividades en las que se ofrecerán exposiciones, talleres, visitas guiadas especiales dirigidas tanto a niños, como a personas mayores y a vecinos, entre otras muchas propuestas.
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