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Ecologistas en Acción ha denunciado, por quinto año consecutivo, que continúa la tala de hayas en el parque natural Saja Besaya así como que desde el año 2013 «han sido taladas más de dos mil hayas». El enfrentamiento entre los grupos conservacionistas y la Dirección ... General del Medio Natural del Gobierno de Cantabria continúa latente en relación con la tala de estas especies arbóreas en el Monte Saja, concretamente en a la altura del kilómetro 20 de la carretera de Palombera, en la zona del Canal de Ocejo, donde hace varios años los ecologistas y los vecinos llegaron incluso a plantar cruces de madera como símbolo de protesta contra lo que consideraban «un atentado natural».
La madera se ha empleado para surtir de leña a los vecinos de la Mancomunidad Campoo-Cabuérniga y desde el Ejecutivo explicaban además que estas talas tenían como fin «aclarar las masas del bosque o beneficiar a especies extinguidas, como el oso pardo o el urogallo». Tras varios años tirándose la pelota de un campo a otro, los ecologistas volvieron a encender la mecha al comunicar que, por quinta vez, han remitido un escrito denunciando la situación a diversas entidades, entre las que se encuentran la Confederación Hidrográfica del Cantábrico o la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria.
El representante de los ecologistas en la zona, Fernando Moreno, explicó que «en los últimos años se han vertido todo tipo de mentiras, hasta que ahora la Consejería de Medio Rural nos da la razón al decir que se trata de aprovechamientos comerciales». Al principio, continúa Moreno, «dijeron que la tala de hayas eran actuaciones, que favorecían el hayedo y sus clareos y se realizaban con el único fin de abastecer de leñas a los habitantes de la zona».
La tarea de gestionar el reparto de leña entre los vecinos corre a cargo de la Mancomunidad Campoo-Cabuérniga, «que es la beneficiaria de las talas», aclararon desde el colectivo. Moreno cuestionó el «beneficio» que la Mancomunidad obtiene de la tala y «en qué emplea la madera, dado que no ha contestado a nuestros requerimientos», aclaró.
En su escrito, Moreno recuerda que las talas «van acompañadas de movimientos de maquinaria pesada, apertura de nuevas pistas en medio del bosque y erosión del terreno, ya que se producen en laderas de máxima pendiente, lo que intensifica los efectos de la escorrentía superficial y la pérdida de capacidad de filtración».
Además, dijo, «potencia un mayor impacto de las lluvias, crecidas o inundaciones», teniendo en cuenta que la deforestación se está efectuando en la cabecera del río Cambillas y sus canales adyacentes, que desembocan en el río Saja. En la actualidad, «los mejores árboles son arrastrados por medio del bosque, con maquinaria pesada y apilados en grandes cantidades a pie de pista para su traslado», señaló.
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