El puerto de Comillas, al descubierto

Las obras para compatibilizar la morfología del puerto de Comillas con la actividad pesquera que se desarrolla en la zona avanzan a buen ritmo desde que se retomasen los trabajos el pasado martes. El objetivo es realizar el más que demandado dragado en roca para aumentar el calado de la dársena 1,50 metros, de forma que el agua alcance una profundidad de unos tres metros. La excavación permitirá que las embarcaciones pesqueras puedan atracar con seguridad en esta zona del muelle en mareas con altos coeficientes y en situaciones de temporal, algo que hasta ahora no sucedía.

Ya se ha superado la primera fase, consistente en la construcción de un dique «prácticamente impermeable para evitar que entre agua en la dársena con el fin de trabajar de forma segura», según explicó ayer el consejero, José Luis Gochicoa. En un siguiente paso «se está efectuando el refuerzo y recalce de los muelles sur y oeste mediante la construcción de un muro de hormigón armado con zapata inferior en roca y anclajes», una tarea complicada y cara, «ya que hablamos de prolongar muros que fueron levantados hace cien años», a la vez que fundamental «para poder avanzar».

El refuerzo de los muelles se realiza estableciendo una primera línea de anclajes que permite ir excavando por tramos alternos y construyendo el muro correspondiente. Es en esta labor en la que estos días se encuentran trabajando los operarios de la UTE Arruti-Sercon, cuyas máquinas adornan el puerto comillano desde hace más de treinta días. Después, continuarán construyendo una segunda fila de anclajes con el resto del muro de refuerzo hasta llegar a la rasante de acabado.

Hasta el momento, los trabajos se han llevado a cabo «con cierta incertidumbre» ya que el éxito de las actuaciones dependía en gran parte de la cantidad de agua que entrase en el dique en el transcurso de las obras, «pero ya hemos logrado estabilizar la situación», aseguró ayer el consejero. «Se está trabajando, se están haciendo anclajes y se ha excavado mucho», resumió.

Si todo continúa como hasta ahora, las obras de dragado de la dársena concluirán en agosto. Se trata de una de las actuaciones más importantes que ha experimentado el puerto comillano y supondrá su operatividad total. «Esto va a permitir que la lonja tenga más vida y mayor actividad económica». La inversión alcanza los 606.000 euros.