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Vista de la fachada norte del Palacio de Sobrellano, en Comillas Javier Rosendo
La fachada de Sobrellano, a cirugía

La fachada de Sobrellano, a cirugía

La Consejería de Obras Públicas reparará después del verano la fachada norte del palacio, deteriorada por los fenómenos atmosféricos

Lucía Alcolea

Cabezón de la Sal

Lunes, 23 de marzo 2020, 07:30

El Palacio de Sobrellano, en Comillas, es un capítulo de la historia.En el monumento modernista se ve reflejada la grandeza de los artistas catalanes que dejaron su impronta en este espectacular edificio hace 132 años (se terminó de construir en 1888). Sin embargo, si uno observa la fachada del palacio que a finales del siglo XIX encargó construir el marqués de Comillas, Antonio López, verá que algunos de los motivos decorativos vegetales de las cresterías (adorno en forma de crestas de gallo) están deteriorados. Les faltan partes, como si la fuerza del viento las hubiera arrancado de cuajo. La situación del edificio ha propiciado que su cara norte se vea seriamente afectada por los fenómenos atmosféricos y que su rehabilitación comience a ser un asunto urgente, sobre todo si se quiere conservar intacta la esencia del monumento.

Consciente de esta realidad, la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria va a ejecutar un proyecto que consiste en rehabilitar la fachada principal de Sobrellano, «que tendrá un coste de 200.000 euros y un plazo de ejecución de cinco meses», según informan desde el Ejecutivo. Los trabajos se encuentran en fase de licitación «y es probable que comiencen después del verano».

Restaurar la fachada supone salvaguardar el legado de los arquitectos catalanes Joan Martorell y Cristóbal Cascante, encargados de diseñar un edificio que tardó en construirse seis años y que pasó a manos del Gobierno regional en 1982. Fue entonces cuando experimentó la «primera rehabilitación», explica una de las guías del monumento. «Se volvieron a pintar las paredes y se adecuaron las cocinas, los baños y el tejado». Fue la primera actuación de calado que se ejecutó en el edificio. Por lo demás, el palacio sigue tal y como estaba hace más de un siglo, para bien y para mal. Aunque se puede observar cada detalle en su estado original, el suelo soporta el paso de miles de turistas cada temporada estival,«por lo que sería necesario cambiarlo», asegura la guía del monumento. «También las vidrieras del salón del trono, donde un enorme friso (pintado por Eduard Llorens) glosa diferentes hitos en la vida del marqués, así como algún que otro mueble».

Los trabajos, que podrían arrancar tras la época turística, tendrán un plazo de cinco meses y un coste de unos 200.000 euros

Sin embargo, esta vez la casa se empezará por la fachada norte por ser la que presenta mayor desgaste y erosión. El doctor en Historia del Arte Enrique Campuzano ha sido el encargado de redactar el proyecto junto al arquitecto Alberto Alonso. «La piedra sufre muchos problemas derivados de las sales por la cercanía del mar, y el viento y la lluvia han propiciado la aparición de líquenes (hongos), que producen un efecto de suciedad y falta de mantenimiento», indica Campuzano. «Las esculturas alegóricas al Comercio y la Navegación (los dos pilares fundamentales de la fortuna del Marqués) que están situadas sobre el pórtico se encuentran muy deterioradas, y lo mismo sucede con el escudo y las cresterías», donde en su momento la Consejería colocó redes de protección para prevenir la caída de elementos decorativos.

El Ejecutivo «ha solicitado al Ayuntamiento la licencia para efectuar los trabajos», confirmó la alcaldesa de Comillas, Teresa Noceda. La regidora es conocedora del problema que experimenta Sobrellano, uno de los recursos turísticos estrella de la localidad que más público atrae a lo largo del año. «Se trata de un bien de interés cultural que necesita de una intervención urgente», dijo la alcaldesa, agradecida por la inversión que va a llevar a cabo la Consejería de Cultura. Sería la actuación más importante que se ha ejecutado hasta ahora en el Palacio de Sobrellano. Si los plazos de actuación se cumplen, las obras no coincidirán con la llegada masiva de turistas.

Donde sí ha efectuado varias acciones de mejora el Gobierno de Cantabria es en la Capilla Panteón que se encuentra junto al palacio. Hace tres años se restauraron las verjas, la puerta principal y el retablo de bronce que preside el altar. También las lámparas, los sepulcros de mármol y parte del mobiliario interior del templo, como los bancos de Gaudí o la tarima de madera noble, obra de Martorell. Antes, ya se había rehabilitado la cubierta del edificio.

Pero aún queda una tarea pendiente en la capilla, señala Campuzano. «El suelo está formado por losas que tienen incrustaciones en plomo con diferentes motivos y que sufren las consecuencias de la humedad». Dichas incrustaciones «nunca se han valorado y, sin embargo, resultan de gran interés porque es una práctica de la Edad Media, que se puede contemplar además de en Sobrellano, en la basílica Mont Saint-Michel, en Normandía». Aunque no es «urgente», convendría plantearse su restauración.

Tanto la capilla como el palacio fueron los dos proyectos más personales del marqués de Comillas. Los dos monumentos son ahora una de las señas de identidad indiscutibles de la villa modernista, símbolo y manifestación del poder que llegó a atesorar Antonio López.

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