Imagen de archivo de Juan José B. S. (derecha), propietario y monitor de la empresa Aqua 21 Aventura.Luis Palomeque
La Fiscalía pide dos años de cárcel para el dueño de la empresa de puenting por la muerte de la joven holandesa
Cabezón de la Sal ·
El Ministerio Público acusa al responsable de la empresa de un delito de homicidio por imprudencia grave y fija en 140.000 euros la responsabilidad civil
La Fiscalía de Cantabria pide dos años de prisión para el responsable de la empresa que organizó la actividad de puenting en la que murió una joven holandesa de 17 años en agosto de 2015, además de la inhabilitación profesional durante cuatros años.
Según se recoge en la calificación provisional de la Fiscalía, a la que ha tenido acceso Efe, el Ministerio Público acusa ahora al responsable de la empresa de un delito de homicidio por imprudencia grave.
Aunque el responsable de la empresa, investigado en esta causa, recurrió ese auto del Juzgado, la Audiencia de Cantabria rechazó sus argumentos y coincidió en la existencia de esos indicios de un delito de homicidio por imprudencia grave en su conducta.
La Fiscalía también fija en 140.000 euros la responsabilidad civil por este fallecimiento en su escrito de calificación provisional.
Los hechos ocurrieron en agosto de 2015, cuando la joven holandesa, de 17 años, murió cuando estaba haciendo puenting con la empresa de este investigado en el viaducto de Cedeja, en la A-8, en la localidad de Virgen de la Peña, un lugar prohibido para esa actividad.
El auto de transformación en procedimiento abreviado señalaba que la joven no tenía autorización paterna para hacer puenting, pero aun así subió por la rampa del arco del viaducto y se colocó en la parte superior, a 32 metros de altura, "sin llevar una línea de vida que conectase en todo momento con la estructura" de esa construcción, lo que hubiera servido para evitar caídas al vacío.
El arco, además, no contaba con barandilla. Una vez en la parte superior, el responsable de la empresa puso a la joven holandesa un casco y un arnés, y la chica saltó "sin esperar a que se la indicase que podía" hacerlo.
El auto indicaba que la joven no podía saltar todavía porque no se había anudado la cuerda que la conectaba con la estructura del viaducto y el sistema de frenado.
La joven que murió formaba parte de un grupo de chicos belgas y holandeses que estaban de campamento en Oyambre.
La actividad de puenting venía incluida en un paquete que la empresa de multiaventura del investigado ofrecía a los campamentos de chicos que se quedaban por la zona.
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