El futuro puerto deportivo de San Vicente supera el último trámite antes de su licitación

Este último paso se ha dado tras haber recibido la Consejería de Obras Públicas en el pasado mes de diciembre la adscripción por parte de la Dirección General de Costas de los 40.000 metros cuadrados de lámina de agua para su construcción, lo que permitió en enero aprobar definitivamente el proyecto y en marzo, el compromiso gasto plurianual para financiarlo en tres anualidades. En concreto se ha fijado una partida de 130.663 euros parea el presente ejercicio, otra de 3.135.929 euros para el próximo año y finalmente 3.005.265 euros para el 2021, con lo que se completará los 6.271.857 euros de presupuesto con el que saldrá este proyecto a licitación.

El consejero de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, mostró ayer su satisfacción por poder cerrar la legislatura cumpliendo el objetivo de dejar este proyecto con todos los trámites cerrados para poder ejecutarse. «El próximo lunes se publicará en el perfil del contratante para que las empresas puedan presentar sus propuestas, lo que permitirá iniciar las obras en este mismo año, con lo que se va cumpliendo el calendario fijado», señaló.

Gochicoa destacó que «no sólo estamos cumpliendo los plazos que nos habíamos fijado, sino que hemos cumplido escrupulosamente todos los trámites administrativos y con especial rigor en toda la tramitación medioambiental para que esta actuación tan necesaria y tan importante para la comarca occidental y para Cantabria se pueda ejecutar sin ningún problema», recalcó.

El proyecto de puerto deportivo contempla construir a lo largo de todo el frente del paseo marítimo de San Vicente, situado junto al parque municipal, seis pantalanes con capacidad para 272 amarres que se sumarán al centenar actualmente existente. El lugar elegido para su construcción es la zona más urbana del municipio y la más resguardada de la ría por lo que el proyecto no contempla la construcción de ningún espigón. Sin embargo para su ejecución, será necesario realizar un importante dragado de aproximadamente 200.000 metros cúbicos de arena y tierra, actuación con la que se logrará tener un calado mínimo que oscilará entre los 2 y los 3 metros, dependiendo de la zona de atraques, y una canal de navegación de 3,30 metros.

De los 272 nuevos amarres previstos, 137 serán para embarcaciones de hasta 6 metros de eslora; 65 para las de 8 metros; 51 para las de 10 metros y 19 para las que alcancen hasta los 12 metros. Las características de esos amarres muestra, a juicio de la Consejería, que el proyecto tiene como destinatarios mayoritarios los usuarios de las pequeñas embarcaciones como las que actualmente se encuentran en la actualidad fondeadas a lo largo de las rías de San Vicente y no los barcos de lujo. En los pantalanes está previsto instalar 68 puntos de luz y de agua para dotarlo de todos los servicios necesarios para su puesta en funcionamiento.

El proyecto del puerto deportivo de San Vicente de la Barquera se puso en marcha en el año 2002, habiéndose planteado desde entonces diferentes opciones, desde la más ambiciosa, que contemplaba ejecutarla en el exterior de la bahía, que por su envergadura y presupuesto era muy similar a la realizada en Laredo, a la finalmente elegida, la más modesta en todos los aspectos, tanto en inversión como en volumen, pero también considerada la más realista y respetuosa con el medio ambiente, lo que le permitió al actual proyecto superar el necesario informe de impacto ambiental y contar con el visto bueno del Patronato del Parque de Oyambre y de otros organismos implicados.

También esta opción ha contado con el respaldo de las fuerzas políticas mayoritarias del municipio y de las principales fuerzas sociales, como la Cofradía de Pescadores de San Vicente y la Asociación de Empresarios Afodeb, frente a la única oposición de IU y de organizaciones ecologistas que formaron una plataforma contra dicha actuación, llegando incluso a manifestarse en una convocatoria que contó con un escaso respaldo.

El proyecto que ahora está en disposición de poder ejecutarse en un breve plazo de tiempo persigue tres objetivos. Por una parte, integrar al futuro puerto barquereño en la red de puertos deportivos de Cantabria, «potenciando la economía y el turismo de la zona». Por otro lado, agrupar en una misma área las embarcaciones que actualmente fondean de forma «diseminada y descontrolada». Y, además, proporcionar atraque a las embarcaciones que se encuentran en lista de espera.