La gran afluencia de bañistas obliga a prohibir el acceso de coches a la playa del Sable

A partir de ahora, únicamente están autorizados para utilizar este acceso a la playa los vehículos de vigilancia, seguridad, atención sanitaria y limpieza del arenal.

El alcalde de Val de San Vicente, Roberto Escobedo, ha explicado que se trata de un problema que se viene produciendo desde hace unos años, pues «hasta hace no tanto esta playa era de uso exclusivo de los vecinos». El pasado fin de semana ha sido el primero de este verano que el arenal ha registrado una llegada masiva de turistas, «dado que este año en el mes de julio el tiempo no ha sido tan propicio para la playa», señala Escobedo. Como consecuencia de ello, el domingo, Policía Local y Guardia Civil tuvieron que acudir a regular el tráfico. Pese a no estar todavía prohibido el acceso, sí había zonas donde no se permitía aparcar, pero son ignoradas.

Hace unos meses, la Junta Vecinal de Prellezo realizó obras de mejora en el asfaltado del camino, que presentaba numerosos baches. Los trabajos corrieron a cargo de la Junta Vecinal de Prellezo, que puso la mano de obra, mientras que el Ayuntamiento de Val de San Vicente compró los materiales. «Hay una parte que es vial público y otra que es un camino interior de una parcela de la Junta Vecinal, que es la que da acceso a la playa», aclara el regidor.

Las reacciones de los usuarios no se han hecho esperar. Los vecinos lamentan que paguen «justos por pecadores», dado que pese a haberse acondicionado el acceso, «los que pagan impuestos tampoco lo podrán utilizar». Algunos recordaban ayer los tiempos en que «cada familia tenía su barquito» y lo utilizaba para ir a la playa. Miguel Ángel Llano, de Pesués, opina que en algunos puntos «resulta muy peligroso ir en coche, por eso venimos caminando, lo que no resulta tan costoso». Otra vecina, Yolanda Hoyos, asegura que este tipo de medidas «perjudican a los vecinos, que tan solo queremos disfrutar de lo nuestro». Por su parte, José Llorente, de Muñorrodero, cree que está bien que se tomen este tipo de decisiones para que «no venga tanta gente, pero tendrán que habilitar un acceso para los que tenemos barco».