Iniciativa vecinal para salvar las secuoyas de unos abrazos que matan

«Bienvenidos a nuestra casa, os abrimos nuestras puertas pero no nos dañéis», «Estamos vivos, gracias» o «No te lleves la corteza, me dejas desnudo, gracias» son parte de los carteles con mensaje que algún activista y vecino «anónimo» se ha molestado en colocar y dejar a la vista en alguno de los 50 ejemplares más dañados ya por esos abrazos. Una iniciativa vecinal que sorprende porque se adelanta a la previsión de la administración local y regional en la intención de colocar cartelería que advierta de que «no se deben tocar».

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La iniciativa ha sorprendido al vecindario y a los propios turistas que visitan las secuoyas estos días. Muchos de ellos han simpatizado con los sutiles mensajes que contienen para proteger a estos gigantes verdes. «Están bien pero son algo incompletos, deberían poner más claro que no se pueden tocar», explicaba esta semana una turista durante la visita al bosque. Otros, que repetían excursión tras unos años, recordaban cuando las secuoyas eran unas desconocidas y no había que aparcar a las afueras para disfrutar de su belleza. «Cuanto más famoso se ha hecho este lugar, hace que vengan más visitantes y que se deteriore todo. Yo no sabía que no se podían tocar», reflexionaba otra visitante.

Y es que la iniciativa ciudadana con mensajes como «Te proporciono vida, cuídame, soy tu pulmón», les ha encantado y han cogido el mensaje, aunque creen que debería ser más contundente.

En eso se supone que ya estaba la administración regional en colaboración con la local, en instalar cartelería disuasoria antes de la entrada al parque y durante el recorrido. Al menos esa era la medida que anunció el consejero de Desarrollo Rural, Pablo Palencia, durante una visita al monumento natural el pasado mes de enero. En aquel momento, Palencia se comprometió a ampliar la pasarela interior existente para distanciar a las visitas de los troncos de las secuoyas, ya que la costumbre de abrazar los árboles ha dañado ya a «medio centenar» ejemplares. No obstante, esta medida, como la de colocar la cartelería disuasoria no ha llegado a tiempo de este verano, aunque desde el Ayuntamiento de Cabezón, su alcalde, el popular Óscar López, aseguraba que iban a colocar esos paneles para persuadir a las visitas. Además, felicitaba a los «vecinos anónimos» que habían colocado los primeros avisos en pequeños paneles de madera frente a algunos de los ejemplares más descarnados. «Lo han hecho con la mejor intención del mundo, con unos mensajes de concienciación que no son para nada agresivos. Se nos han adelantado y no lo vemos mal, al menos nosotros no los vamos a quitar de ahí», valoraba el regidor, que explicaba que, lamentablemente, «la gente se sigue llevándose un cacho de corteza de recuerdo». López precisó que desde el Ayuntamiento se era consciente de que, aunque se ponga cartelería, la medida por si sola quizá «no sea suficiente», pero aseguró que si con esa medida «conseguimos salvar de los abrazos a 80 de 200 ejemplares, bienvenida sea», reflexionó.

No es el único problema que tiene la zona por la masificación de las visitas. Otra de las quejas es la «inseguridad vial» que tiene toda la zona debido al estacionamiento indebido y el aumento del tráfico. Ahí, Fomento anunció en marzo una actuación integral de mejora del firme del primer tramo de la CA-135 entre Cabezón y Comillas junto al bosque de las secuoyas y el enlace con el municipio de Udías. Una actuación valorada en 300.000 euros que aún no ha comenzado.

De momento, seguirán siendo los vecinos anónimos los que velen por este lugar, aunque cabe recordar que el bosque está incluido en la red de espacios protegidos de la región.