Los lobos matan una decena de ovejas en Ruiloba y otras cinco en Vernejo

Después de los agentes, fueron los buitres. «Tenías que ver esto, hay como cincuenta buitres sobrevolándonos ahora mismo y las ovejas muertas apiladas aquí al lado, esto es acojonante». No es la primera vez que los lobos matan a sus animales -en verano perdió dos-, pero sí es la primera vez que destrozan a tantas en un solo ataque y de manera tan cruenta. Juan se va a llevar al resto del ganado a otra finca en Ruilobuca, «entre las casas», pero no tiene esperanzas. «Da igual lo que haga porque el lobo va a volver y hasta que no acabe con todo, con todo, no van a hacer nada». «En esta zona, hay al menos cinco cánidos, lo sé porque ando mucho por el monte». A este vecino le da igual que le compensen económicamente, porque «¿de qué me sirve comprar más si el lobo las va a matar? ¿Para cogerme otro disgusto? Voy a esperar a que terminen con el rebaño entero y punto». Ha tirado la toalla.

Vernejo es una pedanía de Cabezón de la Sal en la que todavía quedan algunos -pocos- ganaderos. Uno de ellos es Álvaro García, poseedor de una treintena de ovejas. Pues bien, para Álvaro este sábado también ha sido especialmente duro. «Me avisaron unos vecinos a primera hora de la mañana y cuando llegué a la finca, junto al río Saja, me encontré tres ovejas muertas y dos languideciendo -murieron al rato-». El agente del Medio Natural también certificó que fueron los lobos. «Hace un mes me mataron otra y a mi hermano una cabra hace quince días».

A Álvaro se le nota más indignado. «Si esto sigue así no vamos a llegar muy lejos, porque da igual que pongamos mastines, no merece la pena tener animales porque al final el lobo los va a matar». En Vernejo «hay una nave con ochenta ovejas y dos mastines y el lobo ya ha estado merodeando por la noche». Estamos, insiste, «muy cansados».