Los lobos matan tres ovejas en Treceño en plena polémica sobre su protección

Los perros de Angelita González, una vecina cuyo terreno colinda con la finca en cuestión, dieron la voz de alarma a eso de las cinco de la mañana. «Yo tenía miedo de que hubiera entrado alguna persona al portal, porque estaban como fieras», relata. «Como locos», insiste. Como algunas veces también ladran por los gatos, pensó que eso era lo que estaba ocurriendo. Pero supo de lo sucedido cuando el propio Ortiz se lo explicó en la mañana de ayer. Él suele acudir a la finca alrededor de las cinco de la mañana pero esta vez fue algo más tarde porque le había surgido otra obligación. Llegó a las 6. Para entonces las ovejas muertas, entre ellas, una a punto de parir, estaban desperdigadas, repartidas por la finca. Por otro lado, el resto de ovejas que le quedaron, doce. «Pobres animales, yo no sé esto en qué va a parar, cualquier día nos comen a nosotras», comentaba angustiada Angelita, convencida de que los lobos van a volver «porque anoche se picarían». «Como dejaron ahí, volverán a buscar lo que dejaron», dice. Vive sola y tiene miedo.«La entrada de esta casa está muy expuesta», dice.

«!Se van a meter a casa los lobos a alguna hora!», exclamaba preocupado Ángel Sánchez, otro vecino, cuya vivienda se encuentra a escasos metros de la finca donde ocurrieron los hechos. Lleva en el pueblo casi cincuenta años y no recuerda ningún episodio en el que los lobos se hayan acercado tanto al pueblo, incluso estando las ovejas en los mismos sitios, pero tiene su opinión de por qué sí sucede ahora. «En los montes no dejan comida, los bichos tienen hambre y tú, si tienes hambre, buscas la comida por donde encuentras y a ellos les pasa lo mismo y por eso van tan abajo, porque es que una cosa es que maten a las ovejas en el monte, muy mal hecho, por supuesto, pero a la puerta de casa... es un poquitín lamentable», comenta. Temeroso de lo que pueda ocurrir en el futuro, considera que «volverán».

Como relataron también otros vecinos de una casa cercana, que también escucharon ladrar a los perros, hace aproximadamente dos meses los lobos mataron a una de sus cabritas, que pastaba en otra zona del pueblo, «encima de la estación». Además, según explican, en otra finca cercana, «entraron y mataron dos o tres ovejas».

Por su parte, el alcalde de Valdáliga, Lorenzo González, se mostró ayer muy indignado con la situación porque «lo triste es que nos están matando al ganado entre las casas, en los cascos urbanos, y el día que no haya ovejas van a matar otra cosa», y verbalizó su apoyo a las actuaciones de la Consejería de Ganadería con Guillermo Blanco a la cabeza. «Vamos a luchar porque el consejero siga haciendo lo que está haciendo», dijo el regidor.

Además, el alcalde defendió que «no se puede decir que los ganaderos tienen los animales de mala manera, cuando estando en una finca, bien, cerrados, entran los lobos» y calculó que «hay muchos más de los que creemos». González expresó también que «no cabe duda de que éste es otro atentado en toda regla en la costa, porque estamos casi en la costa, y en la vida había habido lobos aquí abajo, tienen que estar donde han estado toda la vida y si no vamos a estar mal y tendrán que ser los ganaderos los que tengan que tomar la justicia por su mano». Por último, el alcalde recalcó que recientemente ha habido más ataques por la zona:«Treceño, Roiz, Cabezón... por todos lados». «Es lamentable», finalizó.