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El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana otorgará al Gobierno de Cantabria una subvención, dentro del 1,5 % cultural, de 900.000 euros para la última fase de las obras que quedaban para finalizar la rehabilitación de la iglesia del seminario mayor ... de la Universidad Pontificia de Comillas. Aunque la convocatoria nacional aún no está cerrada, el departamento que dirige José Luis Ábalos ha comunicado esta decisión al Ejecutivo cántabro, tal y como explicó ayer el vicepresidente Pablo Zuloaga
La actuación incluye el proyecto de acabados artísticos en parámetros y consolidación de la crujía oeste de la iglesia del seminario, lo que supone un coste de 1,8 millones, que será sufragado -la mitad que no corresponde al Estado- por la Consejería de Cultura. La intención es que, cuando llegue la concesión definitiva de esta subvención, se inicie la licitación de las obras y después comiencen los trabajos, que llevan años parados, para recuperar el conjunto artístico.
«El Gobierno de Cantabria se hará cargo de la otra mitad de la obra para poder abrir definitivamente la iglesia del seminario mayor al uso público y consolidar de esta manera un bien de interés cultural, que es propiedad de todos los cántabros», detalló Zuloaga. Aunque no es la primera vez que se reserva dinero del Ministerio para esta actuación y finalmente no se ejecuta. Pasó en 2019 en el contexto de la ausencia de Presupuestos Generales del Estado. Y en 2018, pese a que era una promesa del Gobierno central, la partida ni siquiera llegó a figurar en la convocatoria de aquel ejercicio.
Ese edificio fue recuperado en su mayor parte para el proyecto destinado a convertir a la antigua Universidad Pontificia de Comillas (en la que se formaron relevantes sacerdotes) en el Centro Internacional de Estudios Superiores del Español (Ciese), aunque ese proyecto pasó a depender de la Fundación Comillas y algunas de las obras que faltaban, como la finalización de la iglesia, se pararon en la anterior legislatura.
Hasta ahora, con la inauguración de la primera fase en febrero de 2018, se había arreglado el continente, pero faltaba restaurar los lienzos, colocar sillerías en el coro, los murales de madera que se retiraron al hacer la obra y los órganos. Esta fase también incluye la parte que comunica la zona este con la oeste -la crujía-, que colinda con la iglesia. Pero el claustro Este sigue sin rehabilitar y sin plazos para hacerse y la zona que se cayó en el año 2012 por la lluvia sigue apuntalada.
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