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'Círculo cromático' (Mujeres de Mazuerras y Paula Andrés). Javier Rosendo
La naturaleza protagoniza el arte en Mazcuerras

La naturaleza protagoniza el arte en Mazcuerras

La octava edición de Aselart integra en el pueblo sus intervenciones de escultura, pintura, literatura y música hasta el 24 de septiembre

PILAR G. RUIZ

Miércoles, 31 de agosto 2022, 07:15

El calor cae sobre las calles de Mazcuerras como una losa. Aún no ha llegado el mediodía y el pueblo permanece en un silencio plúmbeo, con los vecinos refugiados tras los muros de piedra de sus casas. Tan solo un par de gatos se aventuran a saltar paredes buscando acomodo. Uno de ellos llega hasta la plaza de la bolera. En la biblioteca municipal Concha Espina, los 'Libros andantes' están colocados fuera de las rejas de las ventanas, esperando a sus próximos lectores itinerantes. Sobre ellos, se balancea una circunferencia formada por telas de colores. Entre las copas de los árboles, los tejidos, en tiras rojas, verdes o azules, hacen levantar la cabeza con sorpresa. Es el 'Círculo Cromático' de las Mujeres de Mazcuerras y la artista Paula Andrés, una de las intervenciones que este año se reparten por los rincones del pueblo en la nueva edición de Aselart.

Hasta el 24 de septiembre, pasear por Mazcuerras es una posibilidad de sorprenderse y encontrar espacios vivos y cambiantes para el arte. Algunas de las propuestas se han integrado con continuidad en el municipio tras las ediciones previas de Aselart, creando un entorno expositivo rural de primer nivel.

PROPUESTAS

  • Exposiciones 'Pintura callada', de José Luis Mazarío, del 2 al 24 de septiembre. Casa Gótica de Mazcuerras.

  • Teatro Dobra. El próximo sábado, 20.00 horas. Unos Cuantos, el viernes, 10. 20.00 horas. Carpa del Bosque.

  • Intervenciones Once obras se pueden visitar repartidas por calles y jardines de Mazcuerras, Herrera de Ibio y Villanueva de la Peña.

Un grupo de vecinos y amigos decidieron hace ocho años unir arte y pueblo. Sacar las manifestaciones culturales de salas y museos céntricos y hacer de los rincones, las calles y los jardines, privilegiados escenarios que descubrir. Porque acercarse a la propuesta es también una especie de peregrinaje sencillo, siguiendo las flechas negras que marcan el recorrido. Fotografía, literatura, escultura, todo cabe, poniendo especial énfasis en las intervenciones naturales denominadas landart, que se integran en el paisaje.

'Hoja del Norte'. (María Corrales Orovio). Javier Rosendo

Al otro lado de la biblioteca, en la plaza que lleva el nombre de la escritora, un abeto andaluz ha tomado forma de mujer. El busto 'Encarnación forestal' es un trabajo de José Antonio Andrés, escultor, vecino del pueblo y uno de los coorganizadores de Aselarte. Bajo el influjo de sus herramientas, la naturaleza contorneada sugiere un abrazo con la madre tierra, «para sentir su alma, su presencia y ser uno con ella».

La naturaleza tiene un papel protagónico. Un bosque dentro de otro bosque es la metáfora que ha construido Christoph Franke con 'Tree crowns'. Se confiesa «fascinado por la apariencia de los árboles en invierno con su red de ramas que se conectan desde el interior hacia el exterior». Sus fotografías presentan las coronas de esos árboles que observa boca abajo, sujetas por las copas reales de la zona aérea del bosque.

'Aracacea Fatta Morgana'. (Jan Barceló y Botánica Textil). Javier Rosendo

En el jardín de la iglesia, Akunzo, la pareja artística que forman Karola Pezarro y Aris de Bakker, han metido en un simbólico jarrón hecho con ramas, un pequeño árbol. No uno cualquiera; un ejemplar de taxus bacatta, conocido como el árbol de la eternidad. 'Precious', como han llamado a su obra, invita a pensar en la necesidad de proteger la naturaleza para seguir disfrutando de su belleza, como si de una pieza de coleccionismo se tratase.

También ha encerrado su obra Julia García, con un mensaje menos constructivo. Un cubo de tela negra ocupa el centro del jardín en la Casa Gótica. Surgen voces de su interior. Dos mujeres hablan en catalán sobre lo que les sugiere ese espacio cerrado, en el que el calor aumenta la sensación de asfixia. En una baldosa, la autora encontró la hoja de un árbol atrapada para siempre en el cemento. Ella ha querido reproducir este hecho casual, creando 'R.I.P. hoja', un mausoleo inventado donde reposan los restos de una hoja muerta, rodeada de imágenes de lo que fue en vida. Se trata de «un alegato por la conservación de los ecosistemas, preservadores de la vida, y de su biodiversidad».

'Tree Crowns'. (Christoph Franke). Javier Rosendo

Pandemia e iniciación

La muerte también está representada en el interior de la Casa Gótica, espacio que acoge las exposiciones que ha programado Aselart. En el blanco espacio interior, una sobrecogedora Piedad hace detenerse al visitante. El escultor santanderino José Cobo, autor de los conocidos 'Raqueros', ha rendido su personal homenaje a las víctimas del covid. La figura yacente, sin rostros, representando el de tantos, es sujetada entre los brazos de otro personaje, cubierto por esas escafandras protectoras que llevaron los sanitarios, y con la cara tapada por una pantalla de plástico. En la planta superior, en pequeño formato, se suceden personajes inmersos en su vida cotidiana, que se abrazan, leen en el sofá, pasean y trabajan. Todo aquello que el virus dejó suspendido durante meses. Cobo también ha querido desordenar la naturaleza y ha roto la paralela colocación de los árboles en el Parque Público del pueblo, cruzando troncos suspendidos en el aire entre ellos. Como explica el artista: «Grandes troncos levitando que producen sensación de peso e ilusión de ingravidez, de orden natural subvertido».

'Precious'. (Akunzo). Javier Rosendo

Aselart ha extendido sus creativos brazos más allá del núcleo de Mazcuerras y es posible seguir la ruta por los cercanos municipios de Herrera de Ibio y Villanueva de la Peña. En el primer caso, junto al Arroyo Ceceja, los muebles se asilvestran. Genaro Reyes, 'Cayuco', propone en 'Mobiliario confort' una mesa y sillas creadas con troncos al natural. Cerca, en La Llanía del arroyo, Jofre Sebastian plantea que quien se acomode sean los pájaros, revistiendo para ello los troncos de los árboles con nidos de madera.

La naturaleza también ha hecho suyo el edificio Los Llaos, en Villanueva. El verde y azul predominante en los paisajes cántabros, ha tomado forma de planta en el muro lateral. María Corrales Orovio ha creado una piel vegetal para el lugar. Y en el colegio Malacoria, los alumnos se han puesto manos a la obra para aselar a las gallinas. Esto es; acomodarlas para dormir, atendiendo al significado de la palabra. Coloridos pollitos de arcilla van camino de sus gallineros en una divertida iniciación de los niños al arte.

Caída la noche, entre la sutil luz monumental del lugar, es posible sorprenderse con el espejismo que representa la palmera creada por Jan Barceló y Botánica Textil. La instalación lumínica cobra vida desde las nueve de la noche, llenando con sus tonos azules, rosas y naranjas el porche de una casa de piedra.

La programación ha incluido también las artes escénicas entre sus propuestas. Pablo Mezzelani, Marcos Bárcena, Casapalma o Chema Armengou son algunos de los artistas que han puesto la banda sonora a la agenda. Ya en septiembre, Dobra actuará este sábadp y Unos cuantos el viernes, día 10.

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