El nuevo puente de Serdio avanza «a buen ritmo» y estará listo en mayo

Tener lista la infraestructura para la época estival ha sido una de las reivindicaciones de los ganaderos de la zona afectados, una vez que se resignaron a que tendrían que prescindir del viejo paso durante un tiempo.

«Los trabajos se empezarían, por tanto, a ejecutar la próxima semana y, a continuación, se montarán las vigas, que ya están encargadas», añade Gochicoa, que aclara que «si llegan a tiempo, en febrero, se podría estar montando las vigas». A partir de ahí, lo próximo será poner la losa del tablero por encima de las vigas. «Y entonces, ya se abriría».

La buena marcha los trabajos, a los que se les preveía en un principio una duración de un año, desde el derribo del viejo paso, y estarían concluidos en septiembre, se ha debido a que «los suministros han llegado más rápido de lo que se preveía». El acortamiento más destacado de los plazos se debió a que se acordó el encargo de la obras a Tragsa, algo que fue anunciado por el Vicepresidente del Gobierno de Cantabria, Pablo Zuloaga, a principios del mes de noviembre, y celebrado por todas las partes implicadas: tanto administraciones como vecinos.

El problema que presenta la zona desde que en septiembre se derribó el puente es que los ganaderos se han quedado sin el principal acceso para sus animales y su maquinaria, además de que los vecinos que usaban la plataforma para llegar de un punto a otro del municipio también están notando su ausencia. Aunque el Gobierno regional instaló una pasarela peatonal provisional para que el barrio no quedase partido en dos, la estructura no puede ser utilizada para el tránsito de animales ni de maquinaria. Ni tampoco de ningún tipo de vehículo. Y precisamente, antes de instalarse la pasarela, los vecinos mantuvieron el último tenso encuentro con los representantes de Obras Públicas que acudieron al lugar, incluido el consejero. En la discusión, los vecinos reiteraron su exigencia de que la obra se realizara por el procedimiento de emergencia, y así lo pidieron al día siguiente en un escrito que se hizo llegar tanto a la Consejería como al Ayuntamiento.

Los vecinos se habían opuesto frontalmente al derribo del paso por parte de Adif al no contar con una alternativa para cruzar las vías. Y de hecho, consiguieron evitarlo en varias ocasiones. Tras duros desencuentros con los representantes políticos y con los operarios encargados de proceder al derribo, se llegó a un acuerdo entre Adif, el Gobierno regional y el Ayuntamiento para asumir el 50, 30 y 20 por ciento del coste, respectivamente, y el Gobierno regional se comprometió a realizar la obra. El coste de las obras es de 256.626 euros.