Las obras ambientales del puerto de San Vicente estarán listas para el verano

A pesar de que el emplazamiento de esta importante infraestructura se sitúa en pleno centro urbano, las características de la actuación permitirán ejecutar la mayor parte de la obra en el agua. Tan solo la construcción de la nueva escollera obligará a vallar y cerrar el paseo marítimo y la línea de aparcamientos situados en el lateral del mar, pero se mantendrá el tráfico rodado y la otra línea de aparcamientos situada junto al parque.

Sin embargo esta limitación no tendrá unos efectos importantes, ya que esta parte de la obra será la primera que se ejecutará, en concreto comenzará en el próximo mes de noviembre y está previsto que finalice en un plazo máximo de tres meses, por lo que dicho espacio estará nuevamente abierto para el próximo mes de febrero, periodo en el que precisamente San Vicente registra una menor actividad.

Tras esta fase del proyecto, se realizará el dragado a partir de la próxima primavera, trabajo que se realizará en todo el momento desde el mar, mientras que la draga utilizará como espacio de atraque el puerto pesquero. Asimismo se informó que las casetas de obra y del personal de la empresa se instalará en la zona portuaria de la Barquera.

También se abordó la ejecución del proyecto de medidas ambientales compensatorias que contempla realizar cuatro actuaciones de gran interés que conlleva una inversión de 495.737 euros que se suma a los 4,5 millones del puerto. García Montes señaló que este proyecto complementario se comenzará a ejecutar en el mes de diciembre con un plazo de seis meses, por lo que estará totalmente concluido para el inicio del próximo verano.

Precisamente la mas importante de estas actuaciones ambientales afecta a la zona de la Playa de Merón por lo que también era de gran interés que no afecte a la temporada turística. Además con ella se logrará preservar el cordón dunar, un espacio de gran valor que hasta ahora no contaba con ningún tipo de protección y que gracias este proyecto se las dotará de nuevas pasarelas flotantes para el tránsito de las personas, al mismo tiempo que se cerrará el espacio dunar con estacas de madera y cuerdas y se señalizará para concienciar a los usuarios sobre su importancia y fragilidad.