Las obras para estabilizar el argayo de Cabezón de la Sal se iniciarán en breve y concluirán antes del otoño

Así lo ha anunciado la delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, que ha presentado este miércoles a representantes del Ayuntamiento de Cabezón de la Sal el proyecto de estabilización junto al jefe de la Demarcación de Carreteras del Estado en Cantabria, Fernando Hernández Alastuey.

Quiñones ha recordado que, desde que en enero se produjo este argayo, ha generado «mucha preocupación» entre los vecinos y responsables municipales, ya que en los meses de invierno, «cada vez que llovía con cierta intensidad, el agua arrastraba hacia la carretera tierra y material vegetal de la ladera».

Por ello, desde la Delegación del Gobierno han estado «en permanente contacto» con la Demarcación de Carreteras y con el Ayuntamiento para solucionar «lo antes posible» la situación. En este sentido, ha agradecido la «celeridad» del Ministerio en declarar la emergencia de esta actuación.

Por su parte, el jefe de la Demarcación de Carreteras del Estado ha explicado que este argayo, situado entre los kilómetros 247 y 248 de la N-634, afectó a los caminos forestales de la parte superior de la ladera y movilizó una superficie aproximada de 3.000 metros cuadrados, lo que generó un depósito de derrubios que llegó hasta la carretera provocando su corte total.

Los equipos de conservación de Carreteras procedieron de inmediato a la limpieza del material deslizado sobre la carretera y a la señalización de peligro y, de forma paralela, la Demarcación proyectó la solución técnica para el argayo y la remitió a la Dirección General de Carreteras, siendo aprobada el pasado 15 de marzo y dotada económicamente en el marco de una resolución de declaración de emergencia de varias actuaciones en Cantabria.

La solución que se plantea para corregir el deslizamiento y prevenir futuros episodios es, por un lado, la colocación de una red de cables anclada al terreno para estabilizar la zona movilizada y, por otro, actuar en la parte superior de la ladera para establecer un nuevo drenaje que canalice las aguas a los puntos adecuados evitando su libre circulación por el talud, que es la causa principal de la problemática.

Para lograr este último objetivo se acondicionarán una serie de caminos en la parte más alta de la ladera y se hormigonará el camino forestal más próximo a la carretera y paralelo a ella. Se construirá en su margen una cuneta revestida de hormigón que, conectada con una serie de bajantes a través de la ladera, conducen las aguas a unas obras de fábrica existentes que atraviesan la carretera y desaguan en el arroyo que discurre paralelo a la margen izquierda de la N-634.

La delegada del Gobierno ha señalado que estas obras han sido aprobadas por la Dirección General de Carreteras en el marco de una declaración de emergencia para la ejecución de varias actuaciones de reparación de daños ocasionados por los temporales de lluvia en diversas carreteras.

Así, también se ha habilitado por parte de Mitma una partida de 2.687.362 euros para el desarrollo de obras en la A-67 a la altura de Miengo; en la N-611 en Santiurde de Reinosa, Pesquera y Cieza; en la N-623 en Luena y Piélagos; en la N-629 en Soba y Ampuero; y las presentadas este miércoles en la N-634 en Cabezón de la Sal. Al acto, que ha tenido lugar en los aledaños a la zona donde se encuentra la ladera afectada por el deslizamiento, han asistido el alcalde, Víctor Reinoso, y el teniente de alcalde, Francisco Javier Gutiérrez, entre otros.