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La playa de Berellín (Prellezo, Val de San Vicente) es muy cambiante. Cuenta con mareas bastante amplias, que «van echando a la gente o, como no tienen espacio al que ir, las personas se amontonan», algo preocupante dadas las circunstancias actuales. Amador Sordo Odriozola ... es pescador por afición en este entorno desde que hace cuarenta años se casó y se trasladó a vivir a Prellezo desde otro pueblo del municipio, Prío, donde creció, aunque nacido en Molleda. «De Val de San Vicente de toda la vida», corrobora.
En cada playa del municipio hay un cartel, «tanto en Berellín, como en El Sable, Amió, Aramal, Las Arenas y El Pedreru», pero el pescador opina que debería estar controlado el aforo para que se respete la distancia social, sobre todo, teniendo en cuenta la gran afluencia de visitantes de los últimos días. «Hay mucha gente, como cualquier otro verano. Por lo que veo, va a ir bien para los que tienen negocios», celebra, aunque no puede disimular su temor. «Otra cosa es la aglomeración de gente que hay, y que nos metan otra vez en casa depende de nosotros. No hay más», opina.
Buena cuenta de la gran cantidad de personas que han dejado a un lado sus temores para viajar la da Unquera, la localidad más conocida del municipio. Lugar de paso hacia Liébana y Asturias, es famosa por sus corbatas. Este dulce se ha convertido en un reclamo para abandonar la autovía y hacer una parada para degustarlas. Una vez aquí, pueden visitar la zona de El Ferial, junto al río Deva, que separa la localidad cántabra de la asturiana de Bustio. Tampoco es mala opción venir expresamente al municipio, pues ofrece diversas alternativas para el disfrute.
Empezando por las playas ya mencionadas, que dibujan un precioso paisaje, junto a la desembocadura de los ríos Deva y Nansa, que aportan sus aguas al mar en las rías de Tina Mayor y Tina Menor, respectivamente.
Y siguiendo por la senda fluvial del Nansa, que empieza en Camijanes (Rionansa)y termina en Muñorrodero, o al revés, según se mire. Sea como fuere, esta senda pone en contacto una vez más Val de San Vicente con la comarca del Nansa, con la que limita al sur.
Entre los monumentos destacados, la Torre de Estrada, que toma su nombre del de la localidad donde se ubica, es el más representativo. Pertenece al periodo de la transición del románico al gótico y cuenta con una exposición sobre los maquis en su interior.
Para los vecinos, las fiestas de los diferentes pueblos son citas destacadas en sus agendas. En el caso de Amador, sólo ha faltado a Santa Ana, en Prío, en dos ocasiones por respetar el luto familiar. Ésta va a ser la tercera, pues ha sido suspendida, «igual que San Roque, aquí, en Prellezo, y todas los demás». Tampoco se celebró la Fiesta de la Gaita Cántabra, en Unquera. Y está en el aire el mercadillo anual que cada año tiene lugar en agosto en uno de los catorce pueblos de Val de San Vicente con el objetivo de crear y afianzar relaciones entre los vecinos de las distintas localidades, algo que Amador cree que «es una buena iniciativa porque cada vez hay menos relación».
Propone como idea, en esta línea, acondicionar el acceso a la playa de El Sable y propone establecer una dirección única, «de forma que tú entres por Pesués, por Los Tánagos, y salgas por Prellezo; entonces, la gente podría parar por los bares de aquí y sería muy importante porque además no habría atascos», explica. Y ya, tocando con el municipio vecino de San Vicente de la Barquera, «también estaría bien que se recuperase un camino que se perdió y que iba desde aquí hasta la playa de Fuentes, que pertenece la mitad a Prellezo y la mitad a Santillán».
Puesto a proponer obras que beneficien al pueblo, Amador cree necesario crear una plaza «porque es el único núcleo de Val de San Vicente donde no la hay». Tampoco cuenta con parques infantiles, cosa que ahora no se echa de menos, pues el Ayuntamiento mantiene todos cerrados. «Yo lo veo perfecto, mientras todavía esté ahí el foco». Distinto le parece que se pueda entrar a los bares, «porque van con aforo y con medidas», aunque él aún no ha vuelto a pisar ninguno.
Con la vista puesta en el futuro más próximo, cree que en el municipio hay buenas perspectivas pues precisamente en terrenos de Prellezo se localiza el ansiado polígono industrial, actualmente en construcción. «Es una de las obras más importantes para el pueblo», dice Amador, que obvia la de la piscina climatizada de Pesués, sobre la que se ha hecho viral una broma que dice que «en un acto de responsabilidad, el Ayuntamiento de Val de San Vicente no abrirá la piscina municipal este verano». «Estaría bien que la abrieran, para los críos, cómo no. Pero… ¿cuántos años lleva ya así?», en referencia a unas instalaciones que pese a estar construidas desde hace varios años aún no han entrado en funcionamiento.
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