El Pájaro Amarillo sigue sin contar con un buen acceso a la playa de Oyambre

El entorno del Pájaro Amarillo es el punto de referencia de acceso para los bañistas al arenal de Oyambre ya que, de lo contrario, tendrían que dar un rodeo de unos 400 metros para entrar por otro camino. Pese a que el Ayuntamiento y los usuarios llevan más de un lustro reivindicando soluciones, temen que un año más se van a tener que conformar con un rudimentario acceso, en el que tan solo se han podido realizar pequeñas mejoras, sin introducir nuevos elementos ni material como hormigón para afianzar el firme. Tampoco se han instalado barandillas de apoyo, a pesar de la fuerte pendiente existente. Lo que alegan las autoridades responsables sobre este tema es que hay que mantener un camino «naturalizado».

Nada tiene que ver el actual acceso al arenal con el que existía en ese punto hasta 2017, que permitía el paso en perfectas condiciones por medio de una estructura metálica y de madera, pero que hubo que retirar tras un temporal. El problema es que desde entonces no se ha autorizado la instalación de un acceso similar o mejorado. Inicialmente se cerró el acceso, instalando cartelería por parte de Demarcación de Costas de Cantabria, indicando que el paso estaba cerrado. No obstante, ante las quejas de los usuarios y de las autoridades barquereñas, se permitió hacer una pequeña actuación sobre el terreno para mantenerlo como un acceso provisional que lleva así cinco años.

En varias ocasiones se han mantenido reuniones a tres bandas entre el Ayuntamiento, la Dirección General de Biodiversidad y Demarcación de Costas pero, a día de hoy, sigue sin haber proyecto ni solución. Según recuerdan ahora algunos responsables municipales sobre este caso, Costas en varias ocasiones ha mostrado su disposición para actuar siempre que los técnicos de la dirección general de Biodiversidad fijen los criterios a seguir, algo que hasta el momento «no han realizado».

A la par, en estos días el personal de mantenimiento de Naturea Cantabria está trabajando en un nuevo acceso a la playa, en condiciones similares a la del Pájaro Amarillo, situado a unos 400 metros de distancia, así como reparando la senda al monolito afectada por un corrimiento de tierras.