Paralizados los trabajos para retirar el dique de la ría del Capitán, en Oyambre

La medida de retirar el dique se enmarca dentro del proyecto Convive Life, financiado por la Unión Europea, desde donde ya adelantaron al inicio de las obras que la actuación se realizaría de forma paulatina, «para ver cómo actúan las mareas ante la nueva situación», por lo que puede haber finalizado una primera fase. Sin embargo, desde el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria (promotor del proyecto junto a la Consejería de Ganadería y más entidades públicas y privadas) afirmaban ayer desconocer los motivos del parón de las obras, más allá de cuestiones técnicas, y aseguraban, eso sí, que falta poco para su conclusión, sin ofrecer datos más concretos.

El objetivo de la retirada del dique, que lleva muchos años en el mismo sitio, es compatibilizar la conservación del estuario con el uso del enclave que puedan realizar las personas. También deshacerse de una estructura inestable y necesitada de un mantenimiento que no se llevaba a cabo. Además, según informaron desde el Instituto de Hidráulica, «el dique facilita el asentamiento de especies invasoras, principalmente de la chilca, y restringe el flujo del agua». Por estos motivos, recomendaban «actuar con rapidez y garantizar la restauración del hábitat, de forma que sea compatible con el uso que de él realizan los usuarios».

La iniciativa ha despertado las críticas de algunos vecinos de la zona. Sin embargo, según los promotores, «la actual situación de abandono y mal estado de esta infraestructura, cuya concesión por Costas finalizó en los años noventa, ha generado una serie de problemas», que es urgente solucionar. Se trata, manifestaron, «de compatibilizar la actividad humana con la naturaleza». Construir el nuevo paso una vez retirado el dique fue la propuesta que planteó el alcalde de Valdáliga, Lorenzo González, ante la intención de los responsables del proyecto de deshacerse de la estructura sin levantar en su lugar un camino alternativo. «Hemos optado por la solución menos mala, ya que los promotores nos proponían eliminar este acceso a la playa en su totalidad», confirmaba González hace unas semanas. Sin embargo, «decidieron ceder y construir otro paso a ras de suelo a cambio de que sea el Ayuntamiento el que se ocupe de su mantenimiento». Este nuevo paso quedará bajo el agua cuando haya marea alta y todo aquel que desee ir a la playa de la ría de la Rabia deberá dar una importante vuelta por Oyambre para llegar a su destino. En bajamar el paseo quedará al descubierto. Así que este verano los usuarios tendrán que tener en cuenta el estado de las mareas para disfrutar de esta playa, sobre todo si quieren ir por el camino más corto.

La solución no ha sido bien recibida por todos los vecinos, ya que algunos residentes que pasean por La Rabia de forma habitual aseguran que el paso «está lejos de ser una buena alternativa, ya que hay una zona en medio del tramo donde se forman remolinos y se produce una succión, lo que puede resultar muy peligroso para los usuarios», explicaba ayer un vecino. Además, son muchas las familias que eligen este arenal porque la ausencia de oleaje permite que los niños puedan bañarse con mayor seguridad. A pesar de las voces disonantes, el presidente de Ecologistas en Acción, Emilio Carrera, valoró el proyecto «positivamente» y argumentó que «se trata de una actuación totalmente lógica y razonable, que también se debería llevar a cabo en la ría de San Vicente de la Barquera y de Zapedo (la Rabia)».