«Una persona de clase media no puede comprar una casa en Valdáliga»

–¿AVI no se casa con nadie? 

–No, no. Estamos divorciados –se refiere a su ruptura con el PRC, al que perteneció en sus inicios en la política–. Ahora trabajamos para el pueblo con la independencia y el apoyo del Gobierno regional de turno.

–¿El apoyo del Gobierno regional de turno independientemente del color político?

–Sí, con el anterior nos llevábamos bien y con este estamos muy bien.

–¿Cuál diría que es la receta para conseguir mayorías absolutas como las suyas?

–Tener el teléfono funcionando durante las 24 horas e irte a la cama pensando qué puedes hacer para beneficiar a los vecinos y mejorar su calidad de vida. Además, intentar solucionar los problemas del día a día.

–¿Qué asuntos le quitan el sueño?

–Muchos, como evitar la subida de los impuestos. Decidimos rescindir el contrato con la empresa que gestionaba el servicio de abastecimiento de agua porque nos pedía aprobar un incremento del 39%. Un disparate. Tuvimos un conflicto judicial con la gestora, que nos reclamaba 280.000 euros por no haber cumplido el contrato. Al final, llegamos a un acuerdo y pagamos 8.000 euros. Ahora el servicio lo gestiona el Ayuntamiento y está funcionando bien.

–¿Contempla algún proyecto de calado?

–La construcción de una docena de viviendas tuteladas en el barrio de La Vega de Roiz, junto a la residencia de personas mayores. La idea es ofrecer un espacio y ayudar a las personas dependientes, previo informe de los servicios sociales. El Ayuntamiento ya ha arrancado la redacción del proyecto de construcción con una partida de 50.000 euros que nos permitirá realizar los primeros trámites administrativos. Esperamos contar con financiación europea. También vamos a cubrir el terreno frente al polideportivo para la celebración de eventos con la ayuda del Gobierno de Cantabria, y llevamos años solicitando el saneamiento de todos los pueblos.

–¿Por qué?

–Muchos pueblos y barrios de Valdáliga vierten directamente al río. Es un proyecto muy costoso, porque no estamos hablando de 40.000 euros, sino que puede llegar a costar 6 millones de euros. Le dimos el voto a Revilla con el compromiso de que acometiera esta actuación, pero el PRC perdió las elecciones y esto es como quien echa la lotería.

–¿Eliminarán el aparcamiento de la playa de Oyambre?

–He condicionado el proyecto a la solución del problema que genera el canal situado en los accesos al arenal, donde van a parar las aguas que luego no tienen salida. Estamos buscando una alternativa para hacer una canalización. Lo primero es lo primero.

–¿Es viable desde el punto de vista medioambiental?

–La técnico municipal está elaborando el proyecto y no voy a dar el parabién a la eliminación del aparcamiento que pretende acometer Costas hasta que no esté solucionado este asunto. Esto es algo que ya dije en la reunión del Patronato de Oyambre y que repetiré todas las veces que resulte necesario.

–¿Por qué Costas quiere quitar el aparcamiento?

–Primero, porque así se recupera la duna del parque natural, y segundo, porque se crean muchos problemas con el tráfico de vehículos, especialmente con las caravanas en verano.

–¿Cómo gestionará la afluencia de tantos bañistas sin estacionamiento?

–Hay espacio de sobra para aparcar en las fincas habilitadas en los aledaños de la playa, solo que la gente con tal de no pagar, deja el coche mal aparcado en los arcenes de la carretera y por eso se forman esos tapones. Y eso que pagas tres euros y puedes estar todo el día. Ahora mismo disponemos de cinco aparcamientos alternativos y, sin embargo, los bañistas abusan y no vemos más que caravanas y caravanas. Todos quieren aparcar a la orilla del mar.

–¿Qué solución plantea?

–Deberían regularlo. No lo está porque los dirigentes han decidido no hacerlo, pero sería necesario que aclarasen si se puede o no aparcar una caravana en determinados lugares. De las fincas de Oyambre casi siempre echan a los caravanistas y no les dejan pernoctar, aunque los propietarios de las fincas oferten hacer uso del terreno por las noches. Estamos en el limbo legal y se decide en función de quién te cae bien. No somos dueños de nada.

–¿Y sobre el tema del lobo?

–Pues con el lobo, si seguimos igual, los ganaderos tendremos que tomarnos la justicia por nuestra mano; si en Madrid no nos hacen caso, saldremos a la calle, porque el lobo es una gran amenaza para la ganadería. Estamos en torno a los tres mil ataques al año y esos son tan solo los que se certifican, porque no siempre aparecen muertos los animales. Yo calculo que la media de ataques sea del doble. El dinero que nos está costando a todos los españoles podría emplearse en mejorar, por ejemplo, el sistema de salud. Es un capricho de cuatro niñatos y niñatas que no saben lo que es criar animales y nos está costando mucho dinero.

–¿Le afecta la despoblación?

–Yo no percibo el despoblamiento en mi municipio. En la última década la población se ha venido manteniendo entre los mil cien y mil doscientos habitantes, pero de ahí no baja. Claro que está envejecida, porque antes había familias que tenían hasta diez hijos y ahora no. Ahora solo se tiene uno y eso no lo va a arreglar nadie.

–¿Ni siquiera con la creación de puestos de trabajo o la inclusión de servicios?

–Aquí se puede trabajar criando ganado pero tal y como está la situación, eso no lo quiere nadie. Además, la vivienda está cara porque se está vendiendo mucho para uso vacacional. Una persona de clase media no puede comprarse una casa en un pueblo como Valdáliga hoy en día.