
«Cada personaje es un autorretrato»
Luis Burgos | Artista ·
El pintor riojano expone su obra, 'Miradas', en el patio central del centro cultural El Espolón de ComillasSecciones
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Luis Burgos | Artista ·
El pintor riojano expone su obra, 'Miradas', en el patio central del centro cultural El Espolón de ComillasEl artista muestra su trabajo en la villa modernista bajo el título de 'Miradas', una serie de retratos de gran tamaño que reflejan sentimientos y ... expresiones, y que atrapan a un espectador sorprendido ante la erupción de emociones que transitan por la obra. Natural de Logroño, es uno de los pintores figurativos más destacados del panorama nacional. Burgos ha ido adquiriendo una identidad pictórica en la que expresa su personalidad. Comenzó a exponer siendo muy joven y hoy traspasa las fronteras españolas y es conocido en ciudades como Nueva York o Roma. Hasta el 7 de agosto, las paredes de El Espolón proyectan la calidad artística de este retratista.
-¿Qué tal se asientan esas miradas en las paredes de El Espolón?
-Hay una conjunción entre la obra y el espacio que casi roza la perfección. Se nota que los cuadros están a gusto.
-¿Cuál ha sido su formación?
-Soy fundamentalmente autodidacta, aunque he tenido profesores particulares, entre los cuales hay uno que es especialmente culpable de la pasión que siento por mi trabajo, que en el fondo consiste en una búsqueda interior. Desde muy joven siento la necesidad de encontrarle un sentido a mi vida y creo que es la pintura.
-Empezó a exponer muy pronto, algo que a otros artistas les lleva años. ¿Qué siente al desnudarse ante el público?
-Cuando muestras tu obra, que más que un trabajo es un diálogo contigo mismo, en cierta manera siempre te encuentras desnudo y eso es algo a lo que no terminas de acostumbrarte. Te expones a esa visión exterior del público y te preguntas si lo que te ha servido a ti le puede servir también a la persona que observa tu cuadro.
-En el catálogo sobre la exposición dicen de usted lo siguiente: «Luis Burgos nos ofrece personas que existen, que se pueden identificar en una reunión o si nos cruzamos con ellas por la calle, pero a la vez nos da arquetipos y nos induce a crear nuestras propias historias a través de ellos». ¿Con qué intencionalidad refleja estas miradas tan penetrantes?
-Busco que el personaje esté vivo, que transmita algo, no solo que se haya resuelto desde el punto de vista de la técnica, que también, sino que tenga la capacidad de conectar con las personas. Que alguien se identifique con él. Es importante que los retratos tengan sentido para mí, a la vez que el espectador entienda el mensaje y a los protagonistas.
-¿Es necesario ahondar en la personalidad del modelo y conocer sus circunstancias para ponerle una cara o una mirada?
-No. Es más, casi siempre eres tú mismo. Cada personaje es un autorretrato que refleja algún punto de tu vida o una vivencia personal. Es como si te pintaras a ti mismo en cada obra.
-En algunos de sus cuadros nos encontramos con una especie de máscara o de retratos que aparecen detrás del personaje protagonista, como si fueran su alter ego. ¿Por qué esas caras detrás de las caras principales?
-Porque soy un pintor que empieza muchas cosas y luego las borra. Solo que alguna vez dejo lo que ha sido esa primera intención para que se vea en el resultado final. Es el principio de un trabajo no terminado. Sucede que en ocasiones comienzas un cuadro e intentas llevarlo a término, pero él mismo se termina muriendo, por lo que lo acabas borrando para no machacarte la cabeza. Sin embargo, siempre queda algo que en este caso aparece tras la obra terminada.
-¿Cómo se desenmascara a las personas?
-Si es un personaje producto de tu imaginación hay que dejarse llevar. Aquí aludo al instinto, más que a la técnica.
-¿El arte es dejarse ir?
-Sí, para mí sí, es fluir. Si realmente tienes algo que decir o esa sensación en tu interior, hay que dejar que se desarrolle, aunque no sea un proceso simple, porque hay sufrimiento y no lo controlas. No soy de los que se ponen a pintar y dicen: «hala, qué bonito». Llámalo sufrimiento o como quieras, pero no es un camino de rosas.
-¿Qué sucede cuando el resultado no es satisfactorio?
-Que dices hasta aquí he llegado. Creo que lo importante no es el final, sino el camino. Experimentar el proceso creativo, más que el resultado.
-Un sufrimiento de camino.
-Hay veces que te sale bien y dices, justo esto es lo que estaba buscando y lo que me gustaría hacer en el siguiente trabajo, pero no sucede. Depende de varios factores, como los materiales que utilices, tu estado de ánimo, etc. Cada cuadro es diferente y en ocasiones te sirve y en ocasiones toca sufrir.
-Una de las premisas de las que parte a la hora de crear es no mentir nunca en la pintura.
-No voy a pintar algo porque se vaya a vender bien. Yo sigo en la lucha después de mucho tiempo y hay veces que funciona y veces que no, pero no me he mentido nunca y no lo voy a hacer ahora.
-¿Cómo surge exponer en Comillas?
-Un amigo galerista contactó con Ángel Acero, el comisario de exposiciones en Comillas, y le habló de mí. Me encanta el espacio y el pueblo.
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