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SARA TORRE
Pesués
Domingo, 9 de mayo 2021, 09:15
Si ya de por sí la apertura de la piscina de Val de San Vicente, ubicada en Pesués, cuya construcción finalizó hace ocho años, se antojaba difícil, el covid ha dejado totalmente paralizadas las negociaciones para su entrada en funcionamiento. Así lo ha reconocido el alcalde del municipio, Roberto Escobedo, quien ha expresado que «este año en las administraciones en general, y en los ayuntamientos, en este caso, hemos tenido suficiente con la gestión de la pandemia».
El regidor ha expuesto, por tanto, que «no hay novedades» y que la situación, comparada con la de hace un año, «está exactamente igual». A la espera de un acuerdo con el Ayuntamiento de San Vicente de la Barquera y con el Concejo asturiano de Ribadedeva -una comarcalización del servicio es única vía que Val de San Vicente baraja para que la instalación pueda llegar a abrirse-, muchos vecinos continúan desplazándose hasta Cabezón de la Sal para practicar ejercicio en una infraestructura de similares características.
Algunos, resignados, comentan los beneficios que le reportaría a la zona poder hacer uso de la piscina cuya construcción finalizó en 2013, aunque no fue hasta finales de 2015 cuando el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) autorizó al Consorcio de Infraestructuras Deportivas de Cantabria la ocupación de las instalaciones construidas bajo su paraguas. En aquel momento había tres acabadas -de las seis proyectadas- y de ellas se ocupó el Ejecutivo, trasladando después la gestión a los Ayuntamientos. Mientras que Latas (Ribamontán al Mar) y Colindres se inauguraron entre julio de 2016 y enero de 2017, en Val de San Vicente aún no se ha encontrado una fórmula viable para sostenerla.
La piscina de Pesués, al igual que el resto de las del Consorcio, se construyó inicialmente con el compromiso del gobierno regional de entonces (PRC-PSOE) de hacerse cargo de su gestión hasta un tope de diez años. En 2011, tras el cambio de siglas del Ejecutivo, se paralizó todo. Entre tanto, surgió el litigio por las desavenencias entre la adjudicataria de las piscinas (Ascán), el Consorcio y el Gobierno a cuenta del pago de las obras. No fue hasta noviembre de 2015, cuando el TSJC autorizó a entrar en ellas, ya que la promotora las retenía como garantía de cobro.
«Es obvio que como mejor está la piscina es abierta, pero Val de San Vicente, con sus vecinos y su presupuesto no puede abrirla por lo que supone anualmente ese coste». Con esta premisa sobre la mesa, Escobedo, hacía público en febrero del año pasado que había iniciado una ronda de contactos para tratar de conseguir el apoyo de otros ayuntamientos que le permitiera al suyo poner en marcha la instalación de Pesués. No era el primer intento, ya que en 2017 ya se mantuvo otro, sin resultados.
La instalación de Pesués cuenta con dos vasos, uno de ellos para niños y otro para adultos, jacuzzi y sauna, además de un gimnasio. En lo referente a instalaciones deportivas, en la misma localidad, y muy cerca de la piscina, se ubica el polideportivo, concretamente en el recinto del Colegio Público Fuente Salín. Dicha instalación acoge normalmente la práctica de diversas disciplinas. Por otro lado, en la localidad de Unquera, perteneciente al mismo municipio, se ubican las nuevas pistas de pádel, que cuentan con una gran afluencia de aficionados a este deporte. La construcción se llevó a cabo junto a las pistas de tenis y el gimnasio. A unos metros, se sitúa el campo de fútbol de El Llance.
Pese a estas dotaciones, más o menos completas, Val de San Vicente no cuenta con ninguna piscina pública al aire libre y algunos vecinos se desplazan a Ribadedeva para disfrutar de este servicio, pues el concejo cuenta con él en Colombres, junto al polideportivo.
El alcalde de Ribadedeva, Jesús Bordás, se ha mostrado favorable a las negociaciones para poder ofrecer también el servicio a sus vecinos «aunque ello suponga un esfuerzo económico, que habría que cuantificar y valorar y ver que no hay ningún problema administrativo al tratarse de dos comunidades diferentes».
Para sacar a concurso la piscina se necesitan, según los cálculos del Ayuntamiento de Val de San Vicente, 220.000 euros. El alcalde de San Vicente de la Barquera, Dionisio Luguera, se ha mostrado dispuesto a «escuchar una propuesta firme» pero ve difícil «que San Vicente tenga que pagar para financiar la instalación de otro municipio».
millones es el coste que ha supuesto para los cántabros la construcción de la instalación, que requiere, según cálculos del Ayuntamiento de Val de San Vicente, de 220.000 euros para salir a licitación
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