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La jefa de enfermeras del centro de salud Saja de Cabezón de la Sal, Maite Albizu, expresó este miércoles su hartazgo ante la situación de «colapso» que se está viviendo en el centro médico. Albizu explicó este miércoles a este periódico visiblemente sobrepasada que « ... el próximo viernes va a haber seis enfermeros sin sustituir». La sanitaria asegura que el personal «no puede llegar a todo, ya que se nos exige que vacunemos, lo que nos parece razonable, pero también que realicemos test de antígenos y que atendamos a los pacientes y es imposible hacer todo a la vez». La jefa del sector apunta además a una problemática que se está dando con demasiada frecuencia últimamente: «hay médicos en consultorios más pequeños cuyo enfermero está de baja que se ven obligados a llamar a los sanitarios de centros médicos cercanos para atender un aviso urgente». A su vez, estos enfermeros «dejan su consulta vacía». Un caos al que no saben cómo hacer frente.
«Estamos empezando a caer como moscas y las bajas laborales no se sustituyen». Una situación que Albizu comparte con Dolores Terán, doctora en el centro de Cabezón. «Nos acaban de enviar un correo electrónico en el que se nos autoriza a cerrar las agendas hasta el próximo día 12 y atender solamente casos urgentes». La cuestión es que las citas en Cabezón ya están ocupadas hasta ese día. «Estamos atendiendo muchas llamadas telefónicas de personas vacunadas que son contacto de un positivo y que no tienen que hacer nada si no desarrollan síntomas, pero la gente lo desconoce o tiene miedo». Llamadas que podrían evitarse.
Por eso desde el centro de salud resaltan la importancia de «sensibilizar a la población con esta situación». «Las líneas telefónicas están totalmente colapsadas porque las personas quieren su baja o su test y hay usuarios en situaciones más extremas, como infartados o aquellos que han sufrido un accidente y que no pueden llegar hasta nosotros, de manera que estamos dejando en la estacada a los que más nos necesitan». «No podemos permitir que un infartado no pueda acceder al centro de salud», advierte Albizu. «Tenemos que atender aquello que es más urgente y si los rastreadores tardan en llamar es porque están colapsados». Por eso, insisten, «pedimos a la población que comprenda la situación».
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