El precio de los materiales retrasa la mejora de la Torre de Estrada

150.000 euros es la cantidad que destinan los Presupuestos del Gobierno de Cantabria para 2023, que deberá completarse con la aportación municipal. Según las últimas informaciones relativas a la inversión, cuando en 2017, el entonces consejero de Cultura, Ramón Ruiz, visitaba el lugar, ésta se cuantificaba en 160.000 euros. En aquel momento se preveía que la ejecución de las obras tuviera lugar a principios de 2018. «Lo que ocurrió entonces es que hubo problemas con los informes jurídicos para invertir directamente esa cuantía», recuerda el alcalde, que explica que por eso, con Pablo Zuloaga como consejero, «lo que se ha hecho es conceder una subvención nominativa al Ayuntamiento para que éste lo ejecute».

El principal problema es que para cumplir con la Ley de Patrimonio el resultado deberá parecerse al remate original pero no hay documentación en la que basarse. Con el proyecto se busca construir una nueva cubierta para la torre, con el objetivo de protegerla de las humedades de la lluvia. Ello permitirá continuar trabajando sobre la exposición que se exhibe en el recinto, dedicada a la historia de los maquis, especialmente centrada en la figura de Juanín, natural de la zona en que la que se levanta la torre.

La Torre de Estrada está enclavada en un singular recinto histórico de una finca amurallada que tiene una superficie de 12.000 metros cuadrados. Tras las primeras obras de rehabilitación se abrió a las visitas públicas en el año 2006. El edificio cuenta con una capilla anexa dentro del recinto, dedicada a San Bartolomé. Es originaria del siglo VIII y fue reconstruida hacia el siglo XII. Propiedad de los duques de Estrada, el monumento es gestionado mediante un convenio de cesión por el Ayuntamiento de Val de San Vicente.

El problema de filtraciones que presenta el edificio y que llevó a instalar hace unos años un armazón metálico, se produjo poco después de ejecutar una costosa rehabilitación en 2005.