Productos higiénicos y un diploma de regalo a los que tengan hijos en Cabuérniga

En consonancia con esta medida, el equipo de gobierno (PSOE y PP) está valorando la posibilidad de modificar la ordenanza sobre el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), de forma que «las familias donde haya un recién nacido estén exentas de pagar durante los primeros tres años». «Se trata de que puedan dedicar el dinero a cubrir otras necesidades», apuntó el alcalde. A estas bonificaciones «se añaden las que se están poniendo en marcha desde el Gobierno de Cantabria para fomentar la natalidad en las zonas rurales. «Sabemos que hay familias que ya tienen hijos y quieren tener más, pero no se atreven por los gastos que conlleva», explicó el regidor. Según Toral, «en Cabuérniga han nacido unos cuatro niños este año, lo que no está mal, ya que es un municipio en el que suele haber pocos nacimientos». Actualmente, el Ayuntamiento tiene en torno a mil habitantes. El objetivo del regidor es animar a la gente «a quedarse a vivir aquí», aunque reconoce que escasean las oportunidades laborales, «por eso la gente se lo piensa». «Es probable que la gente que se quede en Cabuérniga se vea obligada a trabajar fuera, pero también será afortunada por vivir en un lugar estupendo», asegura el regidor. Con estas ayudas «queremos que aquellos matrimonios jóvenes que están pensando en tener hijos se animen a dar el paso y que los que ya los tienen, tengan más».

Desde que se puso en marcha la medida, tan solo ha nacido un bebé en el municipio. Su nombre es Miriam, vino al mundo el 27 de agosto y vive en Selores. Su madre, Amanda Sánchez, fue la primera en recibir el lote de productos del Consistorio (un chupete, una manta, un peluche, una 'cajita' con dos cubiertos...) y el diploma con la trova de Manuel Jesús (Hoy el Valle está contento/ un nuevo miembro ha llegado/ cuidará de su legado/será parte y sustento/crecerá con este viento/ el que Cabuérniga brinda/y si algún día la vida/ te pusiera otra bandera/nunca olvides que esta tierra/ fue tu punto de partida).

«Me emocioné al recibirlo y la trova me hizo especial ilusión porque es algo que mi hija tendrá siempre», recuerda Amanda, de 30 años y con otro niño de cinco. Una joven madre que trabaja en Bezana. Que va y viene todos los días. «Tener hijos aquí es complicado, pero también contamos con un colegio muy bueno, el Manuel Llano, de Terán, donde se ofrece una educación especial a los niños, en contacto con la naturaleza y el entorno». Es un trabajo, dice, «en común». Entre todas las familias «vamos logrando que la cosa salga adelante, también con el apoyo del Ayuntmiento y el nuevo alcalde», detalla. Los recién nacidos este año «se cuentan con los dedos de una mano, porque la mayoría de la juventud opta por marcharse». Ella por su parte lo tiene claro: «Yo creo que no me adaptaría a una ciudad y estoy encantada de vivir aquí con esta calidad de vida». El autor de la trova, Manuel Jesús, está «inmejorablemente bien» viviendo en Cabuérniga, pero sabe que «hay menos posibilidades en ámbitos como el transporte público o a la hora de construir viviendas. En el colegio, asegura, «cada vez hay menos niños y por eso mucha gente decide irse a vivir a Cabezón».