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Unas 70 personas se manifestaron ayer ante la iglesia de Comillas para protestar por la supuesta exhumación de Generosa San Juan Escalante del antiguo cementerio de la villa. La familia de la fallecida asegura que «el nicho donde fue enterrada hace catorce años ha sido vendido a otras personas y nos obligan a desenterrarla».
Para entender los hechos, habría que retrotraerse al mes de octubre del año 2005, cuando tuvo lugar el fallecimiento de Generosa San Juan. «Entonces, el cura del pueblo era José María y fue él quien decidió enterrar a mi hermana en un nicho vacío que había en el cementerio», explicaba ayer Mamen San Juan, hermana de Gene, como la conocían en el pueblo. La familia de Gene no había comprado una propiedad en el camposanto porque fue una muerte prematura, «con tan solo 57 años». Pero el párroco «decidió ayudarnos y elegir un nicho vacío». Por entonces, aseguran los vecinos, «no toda la gente podía comprar su nicho en el cementerio, por lo que se pagaba una cuota de 12 euros al año para el mantenimiento». Era una forma de asegurarse un lugar en el más allá sin papeles de por medio ni escrituras, pero pasaron los años y el actual cura, Antonio, decidió regularizar la situación. «¿Y qué pasa ahora? pues que hay gente que ya está enterrada ahí a la que vamos a tener que sacar», se quejaba ayer Socorro Moro, una vecina de la villa.
La situación «ha llevado a tener que desenterrar a más de una persona», aseguraba Pedro Terán, otro de los manifestantes. Algo así le ha sucedido a la familia de Gene. «Hace tres años, el cura le dijo a mi hermano que unas personas habían comprados dos nichos en el antiguo cementerio, aquel en el que está enterrada mi hermana y el de al lado, y que por tanto había que proceder a la exhumación». La familia de Gene contestó al cura en una carta certificada, «de la que a día de hoy no hemos obtenido respuesta». Dejaron pasar el tiempo, porque nunca pensaron que realmente algo así puediese suceder. Hasta que hace poco «la dueña de los nichos envió un documento a mi cuñado en el que decía que tenían comprados los nichos desde el año 2002». Ahora Gene está enterrada en un lugar que pertenece a otras personas. «Les hemos ofrecido comprarles un nicho a ellos en otro sitio, pero no quieren», asegura Gene. «Lo único que deseamos es que descanse en paz», tal y como escribieron ayer en las pancartas. «Hemos venido a apoyar a esta familia, porque cualquier día nos pasa lo mismo y es una injusticia», expresaban los vecinos en la manifestación. «No quiero tener que volver a enterrar a mi hermana», decía Mamen.
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