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El proyecto de la urbanización del Golf Santa Marina que muchos daban por muerto está, en estos momentos, más vivo que nunca. En la actualidad se está trabajando a buen ritmo en la zona, con la construcción de los viales e infraestructuras necesarias para ... todo el complejo. Se trata de una inversión de 8 millones de euros en unas obras que son el preámbulo que permitirá levantar las primeras 63 viviendas que se contemplan en el proyecto básico de la primera fase. Un esbozo de lo que se va a hacer que se presentará en pocas semanas en el Ayuntamiento de San Vicente de la Barquera, y que, según parece, ha tenido tan buena acogida, que la promoción trabaja ya en la segunda fase.
Este nuevo comienzo llega casi cuatro décadas después de que empezase a fraguarse en La Revilla el proyecto del Golf de Santa Marina. Un plan que incluía la urbanización de viviendas en paralelo al campo y que se paralizó por un sinfín de problemas que hacían complicado retomar el proyecto ahora avivado.
Antecedentes El proyecto del golf y la urbanización de Santa Marina comenzó a fraguarse hace 36 años.
Ubicación Los terrenos de la urbanización se asientan sobre 350.000 metros cuadrados junto al Parque de Oyambre.
Promotora La empresa madrileña Civisa con estrechos vínculos en Cantabria, es quien desarrollará el proyecto.
Esa situación también hizo tambalear en sus primeros años la viabilidad del campo de golf, avalado con el sello del diseño de Severiano Ballesteros, que está funcionando desde el año 2001, pero que también vivió tiempos convulsos. De hecho, permaneció cerrado durante seis meses en el año 2012, tras pasar por un concurso de acreedores.
En estos momentos el proyecto de compensación -en el que ha venido trabajando a lo largo de los seis últimos años la junta constituida por los propietarios de los terrenos- está en el último periodo de alegaciones, por lo que en «menos de un mes» se espera contar con su aprobación definitiva. Cabe destacar que el propietario mayoritario, la sociedad madrileña Civisa, con estrechos vínculos con Cantabria, será determinante para llevarlo adelante, ya que cuenta con el 81% de las participaciones en el terreno.
El desembarco de la citada sociedad en el conjunto del Golf de Santa Marina en el año 2018, ha sido decisivo a la hora de retomar el que parecía un proyecto imposible. En ese periodo se compraron los terrenos participando en los concursos de acreedores, tanto del campo de golf, como del suelo urbanizable.
También ha sido vital en todo este dilatado proceso urbanístico que se despejasen todas las dudas legales, tras el negro historial que arrastraba Santa Marina con sentencias judiciales que, en su momento, declararon ilegales las actuaciones que se habían ejecutado. Desde el año 2015 San Vicente cuenta con un nuevo Plan Urbanístico en el que los tribunales rechazaron el recurso presentado por Arca. La misma suerte que corrió el recurso presentado por la misma organización ecologista al Plan Urbanístico de Santa Marina del año 2017, con lo que se dio vía libre con garantías legales para continuar.
Las características de las primeras viviendas que se van a construir responden al concepto de «exclusividad y alto standing», que siempre ha impregnado el proyecto de Santa Marina. En esta primera fase se actuará sobre tres áreas de los 350.000 metros cuadrados del suelo urbanizable que rodean al campo de golf. Por una parte están las 10 viviendas del máximo nivel que se levantarán junto a los hoyos 10, 11 y 12 del golf, y que contarán cada una de ellas con parcela propia de 1.000 metros cuadrados. Por otra parte, se levantarán otras 16 con parcela de 500 metros y otras 37 viviendas pareadas con su jardín individual. Según han señalado sus promotores, la extraordinaria acogida que ha tenido esta propuesta les ha llevado a trabajar ya en la segunda fase que, según señalan, estará lista para su tramitación antes de que finalice 2024 y que será, tanto en características como en su número, una réplica de la que se pondrá en marcha de inmediato.
A pesar de que inicialmente se contemplaba que la urbanización llegase a contar con unas 350 viviendas, al final parece que la cantidad se reducirá al apostar por más construcciones individuales con amplias parcelas, que, según consideran los promotores, «responde al interés de los compradores, lo que refuerza el carácter de exclusividad de Santa Marina».
El proyecto de compensación de Santa Marina y su ejecución lleva aparejadas otras dos actuaciones destacadas. Por una parte, al margen de los ingresos para las arcas municipales de San Vicente, se consigue la cesión de tres grandes parcelas, dos de ellas urbanizables en las que se podrán construir hasta 160 viviendas sociales.
Asimismo, la llegada de los nuevos inquilinos que tendrán la opción de ser socios del golf, reforzará esta importante infraestructura deportiva, por lo que podrá acometer un nuevo proyecto de ampliación del campo actual y dotación de nuevos equipamientos deportivos.
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