PSOE y PP, «predispuestos» a formar gobierno en San Vicente, siguen negociando el pacto local

«Estamos avanzando, pero soy prudente», dice Urquiza, que el pasado 28 de junio trasladó su propuesta a los populares. La alcaldesa también tenía previsto reunirse la semana pasada con África Álvarez, líder de Vecinos de San Vicente, pero afirma que esta retrasó el encuentro hasta este viernes. La formación independiente ya ha dicho que cualquier negociación tiene que tener como punto de partida la salida de Urquiza de la Alcaldía, pero la regidora esperará a escuchar a Álvarez antes de avanzar en cualquier dirección.

«Supongo que después nos hará una propuesta firme, pero hay sintonía en la idea de trabajar en equipo. Por nuestra parte hay voluntad y por la de la alcaldesa entiendo que también, porque ella no puede hacerlo todo sola», insiste Vélez. Aunque legalmente el Consistorio tiene hasta el 1 de agosto para celebrar el pleno en el que se repartan las competencias municipales entre los ediles, el PP espera no agotar los tiempos: «No es una cuestión de plazos, sino de la necesidad que San Vicente tiene, a las puertas del verano, de tener más gente trabajando en el Ayuntamiento de abordar todas las necesidades que se generan. Las de todos los años, pero este año con una persona sola que además no tiene experiencia».

Además del frente institucional, Urquiza tiene abierto un frente interno en el seno de la Agrupación Socialista local. También el pasado jueves un amplio número de militantes del sector crítico presentó un recurso ante la Ejecutiva Regional debido a «los gravísimos hechos acaecidos en la asamblea del día 20 de junio» en la que se iba a debatir una moción de censura a la actual Ejecutiva local. En el escrito exponen las «irregularidades cometidas en dicha asamblea», en la que consideran que se conculcaron sus derechos como militantes. Por ello, solicitan que se repita la asamblea.

Denuncian la forma en la que se produjo la convocatoria, el cambio de lugar sin cumplir los procedimientos, que se votó sin debate previo o la existencia de barreras arquitectónicas que impidieron la presencia de afiliados con problemas de movilidad. Pero, sobre todo, que participaron y votaron personas que no eran militantes. No han incluido otro de los asuntos más conflictivos en aquella tensa reunión: los críticos afirman que la costumbre en el PSOE es celebrar las asambleas en segunda convocatoria (19.30 horas) y que Urquiza avisó a los suyos para alcanzar quórum en la primera (19.00), lo que provocó que muchos militantes llegaran cuando la votación ya se había producido. No han incluido este asunto porque creen que, aunque es un acto reprochable e indigno entre compañeros, sí se ajusta a la norma.

«En la esencia de nuestro partido está la crítica, el debate y sobre todo la defensa de los principios de tener la libertad y oportunidad para expresarlos. Las votaciones se pueden ganar o perder con un debate sano pero no se puede coartar con malas artes las opiniones y las ideas», señalan en el documento. Como la dirección regional se ha posicionado a favor de Urquiza, los críticos no confían en tener el amparo del PSOE de Cantabria, por lo que llevarán el asunto posteriormente a Ferraz.