El puerto de San Vicente renueva su imagen tras el derribo de los viejos almacenillos

Los trabajos ejecutados han consistido inicialmente en el derribo del viejo edificio que los últimos diez años había permanecido cerrado y sin servicio, en un estado ruinoso, dando una pésima imagen ante las numerosas personas que transitan por la zona, al estar situado en el paseo de La Barquera que forma parte de la ruta turística de la villa. Tras la retirada de las toneladas de escombro acumuladas dio comienzo el asfaltado de los cerca de 1.000 metros cuadrados de la parcela que ha quedado libre y en la que se han implantado las redes de servicios complementarios, trabajos ejecutados por la empresa Amaya Obras y Excavaciones y que han contado con un presupuesto de 105.000 euros, financiados por la Dirección General de Obras Hidráulicas y Puertos.

Antes

Ahora

Tras haberse descartado en su momento la rehabilitación del viejo edificio por el avanzado estado de deterioro que presentaba, el anterior Plan de Puertos de Cantabria contemplaba construir en el solar una nueva nave multiusos que se proyectaba destinar, en parte, a la reparación de las redes, trabajos que actualmente se tienen que realizar muchas veces a la intemperie. El proyecto preveía también destinar otra parte del inmueble al almacenamiento de redes y aparejos que ahora mismo se amontonan al aire libre en distintos puntos del puerto, así como para dar servicio a la ampliación del puerto deportivo, pendiente en la actualidad de la decisión judicial. Ante esta circunstancia, el proyecto ha quedado paralizado hasta que se conozca la decisión del Tribunal Supremo.

En la visita que recientemente realizó al puerto barquero el nuevo consejero de Fomento, Roberto Media, este confirmó al Patrón Mayor, Emilio Bustamante, que el nuevo Plan de Puertos en el que ya se ha comenzado a trabajar mantendrá el plan de construir una nave multiusos en esta parcela, un proyecto que estará condicionado por la decisión judicial sobre el puerto deportivo. Así las cosas, la incógnita en este momento sigue siendo el uso que en el futuro tendrá finalmente la parcela que ha quedado libre, con una superficie de unos mil metros cuadrados.