El puerto de San Vicente cierra 2020 con los mejores datos de su historia

Varias han sido las causas que han favorecido unos datos tan positivos, pero destacan especialmente dos. Por una parte, el espectacular incremento que han tenido los registros de la anchoa, sin lugar a duda los mejores de las últimas décadas, y el otro está relacionado con las mejoras de la infraestructura portuaria, como el dragado en roca, lo que ha favorecido la operatividad del puerto y con ello su utilización por embarcaciones de otros puertos.

La costera del bocarte en el año recién terminado, a diferencia de lo que ha venido sucediendo en los últimos años, se han centrado en gran medida en aguas próximas a San Vicente y no en la costa vasca o en la oriental de la región, lo que ha generado una espectacular actividad en el puerto durante la pasada primavera con la llegada de numerosas embarcaciones de otros puertos del Cantábrico, pasando por la lonja barquereña 1.543.792 kilos de bocarte proporcionando 1.843.263 euros, a pesar de que su precio medio –de 1,19 euros el kilo–, fue por debajo de su precio habitual al verse afectado por la menor actividad económica en plena crisis de la pandemia sanitaria.

El año anterior en el puerto barquereño apenas se había vendido una cuarta parte de ese volumen de bocartes, con apenas 375 toneladas.

El incremento en las capturas del bonito también han favorecido los datos positivos. En concreto en el pasado se vendieron 261.414 kilos que proporcionaron 988.245 euros, con un precio medio de 3,78 euros, frente a las 145 toneladas del año anterior, cuyo valor fue de 514.507 euros, con un precio que fue muy similar.

El verdel, que a lo largo de los últimos años era la principal especie en el puerto de San Vicente de la Barquera, tanto en capturas como en ingresos, ha caído en el año 2020 a la tercera posición. A pesar de que el volumen de las ventas ha aumentado respecto al año anterior, pasando de las 713 toneladas en 2019 a las 1.136 del pasado año, los ingresos han sido muy similares, en concreto 958.212 euros en 2020, lo que ha estado provocado por la importante caída del precio medio, que pasó de 1,36 euros el kilo a apenas 0,84 euros en el pasado año.

En mayor o menor medida ese incremento se ha mantenido en las principales especies para los pescadores barquereños, como son el chicharro o la caballa, con 326 toneladas capturadas en ambos casos y con ingresos que han ascendido a 278.184 euros y 232.160 respectivamente. La merluza prácticamente se ha mantenido en cifras similares.

El presidente de la Cofradía de Pescadores de San Vicente, Emilio Bustamante, ha mostrado su satisfacción por estos buenos resultados, destacando que «el puerto barquereño tiene futuro si se sigue apostando por él, como se ha evidenciado con la ejecución del dragado en roca que era una de las demandas históricas que ha sido posible gracias a la inversión ejecutada por la Consejería de Obras Públicas cercana al millón de euros».

Por ello Bustamante ha insistido en que se debe de seguir invirtiendo, centrando su demanda en la ampliación del espigón de entrada al puerto, conocido popularmente como La Barra, actuación con la que se lograría incrementar la operatividad y sobre todo la seguridad del puerto, para lo que ha solicitado un estudio de su viabilidad.