Las raíces de los plátanos levantan grietas en el paseo de la Rabia

Jaime Poo es uno de los ciudadanos que hace dos años se encargó de recoger firmas para evitar la famosa tala. «El error fue construir el paseo por debajo del nivel de la carretera, de manera que no queda espacio suficiente para que las raíces de los árboles crezcan sin límites –explica– y está claro que al final van a tener que salir por algún sitio», asegura. A pesar de todo, Jaime cree que «este año los plátanos han estado preciosos y se nota que los han podado y cortado donde era necesario». Alerta de que «algunos tienen hongos y así se lo he trasladado al primer teniente de alcalde, Julián Rozas», quien aseguró que «iba a encargar la realización de un informe a la empresa que gestiona la jardinería», dijo Jaime.

Sin embargo, Poo considera que la solución en este enclave conlleva una actuación de mayor calado. «Habría que levantar el paseo y echar tierra para que los ejemplares estén al mismo nivel que el firme» y pone como ejemplo el Ayuntamiento de Santillana del Mar, «que cuenta con un paseo similar con árboles que están en perfecto estado». El Consistorio, señala, «destina una partida anual al mantenimiento de sus plátanos». «Los de Comillas se encuentran en pleno parque natural y requieren labores de cuidado, pero al final las responsabilidades pasan de una institución a otra y seguimos en el abandono», protestó.

Por su parte, desde la Consejería de Obras Públicas aseguraron que realizan «un seguimiento continuo del paseo y de los árboles», con el fin de encontrar un equilibrio entre la conservación de la naturaleza y la seguridad vial. Adelantaron, eso sí, que dadas las quejas vecinales, «enviaremos a los técnicos de la Consejería para que valoren la situación en la que se encuentra el firme de la carretera».