En palabras del alcalde, Enrique Bretones, esta decisión se ha tomado «como consecuencia de que en este último año, los cambios de criterio del catastro han supuesto que si bien primero en los suelos rústicos, cuando había construcciones, se aplicaba el tipo impositivo de urbana, después se empezó aplicar el de suelo rústico, por lo que los recibos en este último año han sido muy altos».
El alcalde ha señalado por tanto su intención de bajar el tipo impositivo en suelo rústico, «que no se tocaba desde el 95», año a año hasta el mínimo legal, y así igualar el tipo impositivo de suelo urbano, «que ya está en el mínimo», de manera que solo el castastro pueda bajar la carga con valores más bajos ajustados al mercado.
Por ello, el Ayuntamiento ha solicitado una revisión de los valores a la baja, considerando que la última ponencia técnica de los valores se aprobó en 2012 y a los cinco años se permite una nueva valoración a petición del Ayuntamiento. «En este caso, el Ayuntamiento lo ha solicitado porque considera que los valores están muy por encima del mercado», expone el alcalde.
Con la bajada aprobada en pleno, se calcula que los recibos experimentarán una reducción del 15% y la recaudación municipal disminuirá en 14.000 euros.
En la citada sesión plenaria destacaron las ausencias de los portavoces del PSOE y Manos Limpias, Fernando Rodríguez y Felipe Rodríguez, respectivamente.
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