La Residencia Valdáliga acoge a sus primeros residentes

Hasta el momento hay tres limpiadoras, dos cocineros, cinco auxiliares, más el director y la terapeuta y el funcionamiento está siendo «muy similar al que habrá cuando la residencia esté llena porque el número de trabajadores subirá conforme lo hagan los residentes hasta llegar a un número de entre veinticinco y treinta».

Aunque se podría ingresar a más gente en este momento porque la demanda es alta, «la idea de hacer un par de ingresos al día es para dar la mejor y más personalizada atención posible», según comenta García.

En total, habrá sesenta plazas, de las cuales diez son privadas y el resto concertadas con el Gobierno de Cantabria. En el caso de las concertadas, es el Gobierno quien determina el importe a pagar por los usuarios, mientras en las privadas, el coste es, como explica el director, «de los más bajos de las residencias de Cantabria». Para acceder a una plaza privada el único procedimiento a realizar es hacer la solicitud para acceder en cuanto haya una plaza libre.

El alcalde de Valdáliga, Lorenzo González, acudió a recibir el jueves a los primeros residentes y mostró una vez más su «orgullo» por ver empezar a dar servicio a las instalaciones y más por ser estrenadas por vecinos de su municipio, sobre lo que el director apuntó que se calcula que del total habrá un 90% de Valdáliga.

«Otro día más se corrobora el éxito de este proyecto», decía González, «muy satisfecho» el jueves, sin quitarse de la cabeza la emoción del día de la inauguración de las instalaciones, cuando organizó una fiesta a la que invitó a todos los vecinos y a diversas autoridades regionales. «Era lo que esperábamos desde hace nueve años y fue un día muy especial», recuerda.

El alcalde considera a éste el proyecto estrella de la legislatura y uno de los principales de su vida política. Siempre ha considerado importnate contar en un municipio que cada vez es más envejecida con una instalación así para que los vecinos no tengan que desplazarse hasta otros lugares como Cabezón de la Sal, Rionansa, o Torrelavega.

El día de la inauguración, la fiesta preparada por el alcalde contó con una gran acogida y de hecho, se llenó por completo el comedor, donde tuvieron lugar las intervenciones tanto del propio alcalde, como del presidente regional, Miguel Ángel Revilla, de la vicepresidenta, Eva Díaz Tezanos y del Padre Ángel, que también acudió este día tan especial para la residencia gestionada por Mensajeros de la Paz. A continuación se degustó un buey bajo la carpa ubicada junto a la resdiencia.