Ruente, escaparate de un proyecto pionero para generar empleo verde

El proyecto Fortexval es una oportunidad para mejorar la economía en zonas rurales y despobladas. Un programa puesto en marcha en colaboración con la Mancomunidad Reserva del Saja que servirá, entre otros objetivos, para facilitar el mantenimiento de los montes y bosques, evitar la degradación del suelo, minimizar la pérdida de biodiversidad o reducir el impacto ambiental y generar, si todo marcha sobre lo previsto, hasta 300 puestos de trabajo. Una iniciativa bioeconómica y generadora de empleo verde que se desarrolla en Ruente y que ha recuperado métodos tradicionales como la tracción con caballos. Con los recursos que se obtienen de las limpiezas y la actividad extractiva se genera biochar, un carbón de tipo vegetal de uso agrícola considerado como el «oro negro» de la naturaleza.

La Mancomunidad Reserva del Saja, y más en concreto los montes del municipio de Ruente, Cabuérniga, Los Tojos y Mazcuerras, son el escenario de este proyecto piloto, que tiene una duración de 17 meses y cuenta con un presupuesto de 619.000 euros. La iniciativa Fortexval tiene varias fases y, la primera de ellas, ha sido recuperar y adaptar la tracción animal a las nuevas tecnologías silvícolas. En la actualidad, lo que se está haciendo es desbrozar y limpiar los caminos afectados por la abundancia de maleza, talando las ramas seleccionadas para facilitar el tránsito de personas y animales, además de recoger las primeras nuestras del material que, posteriormente, se convertirá en biochar.

Fortexval plantea un modelo alternativo de gestión que permite optimizar los recursos de estos montes y que tiene el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco). De alcanzar los resultados esperados y dar el salto a nivel industrial, el proyecto estima la generación de 300 nuevos empleos verdes, tanto en las labores de gestión forestal como en la creación de productos valorizados o de biomasa, como el mencionado biochar.

Por otro lado, en colaboración con el Centro Tecnológico de Cantabria (CTC) y la Fundación para la Promoción, Investigación y Desarrollo Tecnológico de la Industria de Automoción de Galicia se están estudiando nuevos caminos para el aprovechamiento de esa materia verde (escajos, ramas, plantas...) y su transformación en fibra vegetal que sirva, por ejemplo, para nuevos materiales que se incorporen a la cadena de producción la industria automovilística de alta gama. Un asunto, este último que está en vías de investigación.

Según explica el alcalde de Ruente, localidad donde se está centrando el inicio del proyecto, Jaime Díaz, la puesta en marcha del mismo es «muy positiva» para la zona, no sólo porque se retire el material que puede prender la mecha en los montes, como suele ocurrir todas las temporadas, sino por lo que pueda venir asociado de la investigación. «Si conseguimos que el matorral que vemos arder todos los años en el monte puedan ser reutilizados, eso tiene un valor y no va a arder si tiene una rentabilidad», valoró el regidor.

Entre los trabajos que se están realizando en esta primera fase con animales, se han acometido tareas silvícolas para «lograr un grado adecuado de prevención de incendios». Todo esto se ha realizado a través de cuadrillas contratadas dentro del proyecto y cumpliendo así uno de los objetivos del mismo que es combatir los efectos naturales adversos de la naturaleza acelerados por el cambio climático.

Respecto a la valorización de los recursos forestales y la generación de biochar, el mismo es un producto considerado como el «oro negro» de la naturaleza, ya que es rico en carbono y tiene un inmenso potencial de desarrollo tanto para cerrar el ciclo de los recursos orgánicos como para incrementar el rendimiento de los cultivos y revitalizar el terreno. «La valorización de los recursos forestales supondrá un nuevo vector de actividad económica para la comarca», reflejan.

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