Saja-Nansa, territorio sostenible

Movilidad eléctrica. El Grupo de Acción Local Saja-Nansa proyecta instalar puntos de recarga de bicicletas eléctricas en las zonas donde ya se pueden cargar los coches

Lucía Alcolea

Cabezón de la Sal

Domingo, 31 de octubre 2021, 08:43

En una sociedad donde el cambio climático ya es un tema fundamental dentro de las agendas políticas y en la que prevalece la puesta en marcha de medidas que aboguen por un uso responsable de los recursos y una movilidad sostenible, los coches y las bicicletas eléctricas ocupan un papel cada vez más importante. La Asociación Española de Fabricantes de Vehículos (Anfac) ha determinado que España está a la cola en la Unión Europea en la compra de coches eléctricos y en la construcción de puntos de recarga -según la información publicada en este periódico el pasado lunes-. Sin embargo, hay zonas de Cantabria que, en este tema, se sitúan ya en la vanguardia. El Grupo de Acción Local Saja-Nansa inauguró el pasado mes de julio la primera red de puntos de carga para coches eléctricos de la Comunidad Autónoma. Unas quince plataformas instaladas por los municipios de la comarca, desde Ruente hasta Polaciones, pasando por San Vicente de la Barquera, Valdáliga, Rionansa, Tudanca, Peñarrubia o Cabezón de la Sal, entre otros. El objetivo ahora es ampliar este servicio a las bicicletas eléctricas e incluir los municipios de Alfoz de Lloredo, Comillas y Ruiloba.

La instalación de puntos de recarga para bicis eléctricas es una de las propuestas que el Grupo de Acción Local Saja-Nansa ha introducido en el Plan de Excelencia Turística que ha presentado a la convocatoria extraordinaria del Ministerio de Turismo, incluida en el Plan Estratégico de Sostenibilidad en Destinos, diseñado para captar fondos europeos. «En esta zona de Cantabria existen innumerables sendas ciclables que cada vez se utilizan más», explica Carmen Fernández, gerente del grupo de acción local. El consumo de bicicletas eléctricas también se ha incrementado de forma considerable, por lo que «es conveniente establecer puntos de recarga donde los usuarios puedan cargar las baterías y continuar el trayecto». La medida permite a los deportistas planear la ruta sin tener que ajustar el recorrido a la autonomía de la batería. «Y es que la gente normalmente tiene problemas porque no existen lugares donde recargar las bicicletas», insiste Carmen. «Si dispones de una plataforma de estas características planificarás el itinerario en función de tus capacidades físicas o tus apetencias, pero sabiendo que no te vas a quedar colgado a medio camino si se te acaba la batería». Sobre todo si estás en uno de los quince municipios que componen la mancomunidad.

«Cuando la gente viene a alquilar una bicicleta eléctrica lo primero que te pregunta es cuántos kilómetros puede hacer con la batería cargada», asegura Mar Ruiz, propietaria de la tienda EBike en Cabezón de la Sal. En este establecimiento de alquiler de bicicletas la demanda de las eléctricas ha crecido de forma exponencial. «Antes quizá me preguntaban por ellas cuatro personas al mes, mientras que ahora lo hacen cuatro clientes al día», insiste la propietaria. La instalación de puntos de recarga «está muy bien de cara el turismo, porque la gente puede aprovechar para cargar la bicicleta cuando para a comer». Un servicio que según Mar hasta ahora están dispensando algunos restaurantes. «Si acuden doce ciclistas a un establecimiento, ocho llevan bici eléctrica y piden recargarla, lo que resulta complicado desde el punto de vista de la logística». No así por el coste que supone, ya que se estima que cada recarga alcanza tan solo los 15 céntimos de euro.

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Otro de los beneficios de este tipo de transporte es que no es necesario tener una forma física «estupenda» para poder acceder a zonas de altitud «y disfrutar de vistas increíbles», apunta Mar. Es una revolución, «que permite que puedan andar en bicicleta personas a las que con una bici tradicional les iba a costar mucho», resume Alejandro Fernández, de North Spain Mountain Biking, en Ucieda (Ruente). «Ahora se puede realizar un uso recreativo que antes no era posible y abre un campo enorme de posibilidades», opina. Para Alejandro el problema está en que apenas existen puntos de recarga para este tipo de coches y de bicicletas. ¿El motivo? «El desconocimiento de los gobernantes, que en ocasiones no son capaces de avanzar al mismo ritmo que la sociedad». Este propietario considera que en Cantabria «se le podría sacar mucho más rendimiento a la bicicleta, creando políticas que aboguen por su uso». La red de puntos de recarga de coches eléctricos que desde julio está en marcha es un buen primer paso para Cantabria. Continuar en la misma línea significa seguir avanzando.