San Vicente eleva el nivel del muelle para evitar inundaciones

La espectacular llegada del mar hasta el corazón de la villa barquereña a finales del pasado mes de octubre, inundando gran parte del paseo marítimo y de la avenida Antonio Garelli, afectando también a la avenida principal de San Vicente por la que discurre la carretera nacional 634, provocó una respuesta inmediata por parte de los responsables regionales de Fomento.

El propio consejero, Roberto Media, visitó la villa para reunirse con la Corporación municipal y los propios afectados y anunció la redacción del citado proyecto, con el que se pretende poner fin a estas incidencias. Diversos organismos, como el Instituto de Hidráulica de Cantabria, ya habían advertido de que con el paso del tiempo este tipo de sucesos serían cada vez «más frecuentes».

El proyecto, y ahora su posterior ejecución, se tramitó por vía de urgencia, lo que permitirá iniciar los trabajos en los próximos días. Las obras han sido adjudicados a la empresa Tedcon Integral por 34.710 euros y con un plazo ejecución de dos meses, que previsiblemente se acortarán.

Sobre el muro, se instalará una barandilla para dotar de protección y seguridad a las numerosas personas que utilizan ese espacio urbano, para evitar caídas al mar. La barandilla será de estructura ligera y altura reducida y tendrá un diseño similar al que ya existe en el contiguo paseo marítimo del parque de San Vicente. Lo que se pretende de esta manera es no generar apantallamientos visuales en una de las zonas más fotografiadas de la villa.

En el tramo abierto situado en ese entorno de la rampa varada de las pequeñas embarcaciones pesqueras y deportivas, se instalará un cerramiento temporal mediante una barrera de chapa metálica desmontable. La obra incluirá el drenaje de la zona urbana, mediante la construcción de una rigola de hormigón junto al muro de hormigón proyectado y una serie de pasamuros de desagüe, que dispondrán de válvulas de clapeta para evitar la entrada de agua del mar hacia la zona urbanizada en las pleamares. Los propietarios de los establecimientos públicos afectados por las inundaciones ya habían reclamado en varias ocasiones que se tomasen medidas para evitar este tipo de sucesos. Cada vez que tiene lugar una inundación de este calibre, los afectados tienen que hacer frente a numerosas pérdidas.