Las secuoyas, el recurso más visitado

«Es indudable que se trata de un espacio natural de gran valor», explica María José Urraca, técnico de la Mancomunidad. Una «herramienta para promover el turismo natural, lúdico, deportivo y educativo de primer nivel». Sin embargo, apunta, «no podemos olvidar que nuestro principal objetivo es que se convierta en un motor económico y de desarrollo de la comarca», siempre desde un punto de vista sostenible y de conservación. Algo en lo que ya trabaja el Ayuntamiento de Cabezón, consciente del tesoro que tiene entre las manos. El equipo de gobierno (PRC y PSOE) cuenta con una subvención de la Red de Espacios Naturales Protegidos, dependiente del Gobierno de Cantabria, para poner en marcha un proyecto con el que mejorar el bosque. Dicho proyecto, elaborado por la empresa Quintial Obras y Servicios, se basa en la adecuación de rutas adyacentes al espacio natural y la correcta señalización de las mismas. De estas forma, los visitantes podrán recorrer mayor superficie de bosque, como la zona de los abetos y del roble americano, situados en los márgenes derecho e izquierdo del parque natural. La otra parte de la iniciativa implica delimitar con cuerdas o un sistema similar «los caminos marcados por el tránsito de turistas», reza el documento. En el proyecto se recoge el marcado de varias rutas complementarias, a lo que se le añadirá la instalación de un cartel de interpretación general a la entrada del recinto, donde quedará reflejada la prohibición de salirse de los caminos marcados, de arrancar trozos de corteza de los árboles y de tirar basura al suelo.

Desde la Mancomunidad también afirman contribuir a la conservación del ecosistema. «Durante los meses de julio y agosto se han ofertado visitas guiadas gratuitas en colaboración con Naturea (institución dependiente del Gobierno de Cantabria) en las que han participado unas 2.400 personas», concreta María José. Durante estas visitas, «se realiza una importante labor divulgativa y de educación ambiental», asegura. Se trata de intentar compatibilizar las más de «300 o 400» visitas que se reciben al día en un mes como es agosto con la conservación del bosque. Una tarea nada fácil, sobre todo a medida que crecen las cifras. Y es que en verano Cantabria es cada vez más turística. Lo constatan los datos. Por eso la Mancomunidad Saja Nansa ha abierto varios puntos de información comarcal, en colaboración con los ayuntamientos, en Bárcena Mayor, La Hermida, Puente El Arrudo, Ruente, San Vicente de la Barquera, las secuoyas y la cueva del Soplao. Las oficinas son atendidas por técnicos de Historia y de Turismo.

También se han publicado folletos comarcales, como la guía de senderismo, la gastronómica o un mapa editado por la Asocaición de Desarrollo Rural. «Herramientas que favorecen el flujo de turistas de un punto a otro de la comarca». Según las cifras de las que dispone María José, «en líneas generales, todos nuestros puntos de información han incrementado el número de visitantes con respecto a años anteriores». Puede entonces que Cantabria sí sea infinita, sobre todo en los meses de verano, pero es importante que la gran cantidad de visitas que recibe no desvirtúe su belleza.