«Siento la cercanía del pueblo e intento escuchar a los vecinos y ayudarles»

-Se presenta por primera vez y sale elegido alcalde. ¿La suerte del principiante?

-Es, efectivamente, la primera vez que me presento como cabeza de lista, pero que quede claro que el partido más votado fue el PRC, seguido del PSOE. Si bien es cierto que tanto PP como Ciudadanos (Cs) me dieron su apoyo para gobernar, sin que haya habido pacto alguno de por medio.

-Una alianza entre partidos, a priori, antagonistas. ¿Había que cambiar el gobierno por encima de todo?

-Con el anterior gobierno no ha habido entendimiento. La exalcaldesa, Sara Portilla (PRC), nunca respondió a las propuestas que presentamos desde la oposición. Aunque ella ganase las elecciones, percibíamos que el pueblo no quería que volviese a la Alcaldía, así que decidimos que no gobernara. El PRC piensa que ha habido un pacto entre partidos a gran escala, pero Santander no intervino. Fue una decisión tomada entre vecinos. Considerábamos que no estaba gestionando bien el Ayuntamiento, tuvimos la oportunidad de cambiarlo y lo hicimos.

-¿Es justo que no gobierne la lista más votada?

-Ha habido gente que me ha hecho esa misma pregunta y le he respondido que son las reglas del juego. Revilla pudo ser presidente por primera vez gracias a un pacto con el PSOE, sin ser la lista más votada. Es lo que dice la normativa y no la he inventado yo. No es la primera vez que sucede ni será la última.

-En los últimos años, Ruiloba ha sido un municipio conflictivo a la hora de ejercer la gobernabilidad. ¿Por qué?

-No sé si te refieres a todas las legislaturas. Yo llevo siete meses en el cargo y para mí todo es nuevo, porque ni siquiera he sido concejal. No obstante, siento la cercanía del pueblo. Intento escuchar a los vecinos, atenderles y ayudarles, ofrecerles una explicación en caso de que no pueda satisfacer su demanda. Unos se irán más contentos que otros, pero yo me siento querido. Cuando me dieron el bastón de mando, dije que quería construir un pueblo unido, sin mirar al pasado.

-Hablando del pasado, ¿en qué situación se encontró el Ayuntamiento cuando accedió a la Alcaldía?

-No sería justo explicar cómo me lo encuentro sin tener elementos de comparación. Diría que en un estado un poco desastroso. Sin embargo, desconozco cómo debía estar. Fácil no ha sido, pero eso lo tenía claro. Sabía que debía trabajar mucho y que iba a haber escalones que no me dejarían subir, además de alguna zancadilla que intento superar.

-¿Cómo son las relaciones con el Gobierno regional?

-De momento bastante buenas. Me están recibiendo en todas las consejerías, me escuchan y tienen en cuenta mis propuestas. Por ejemplo, me contestaron muy rápido cuando planteé modificar el paseo peatonal entre el barrio de La Iglesia y Ruilobuca. El Gobierno es de un partido y yo de otro, pero conmigo eso no se está teniendo en cuenta. Me están tratando con amabilidad y me siento valorado.

-¿Cuáles son los proyectos más importantes para Ruiloba?

-Desde que hemos llegado estamos luchando por la juventud. En septiembre inauguramos la casa joven y contratamos a un monitor a través de una empresa externa, que pasa tiempo con los chavales. También hemos realizado alguna actividad en la que niños y jóvenes convivan con la gente mayor. Queremos escucharles, tener en cuenta su opinión y que participen de forma activa en la vida del pueblo.

-¿Cómo evitar que estos chavales tengan que abandonar Ruiloba en el futuro por falta de oportunidades?

-Estamos realizando un estudio para intentar ofertar viviendas a un precio más económico del habitual. No hablo de protección oficial, pero sí de algo más accesible para que la gente joven pueda quedarse a vivir en Ruiloba y no tenga que emigrar.

-Luego están los propietarios de segundas residencias. El Ayuntamiento ha solicitado financiación regional para poner en marcha un proyecto basado en mejorar las relaciones entre los vecinos y los veraneantes.

-Hubo una época en el pasado en que las relaciones no eran muy buenas, pero ahora han mejorado mucho. Aún así, queda camino por recorrer. No es culpa de unos ni de otros y no pretendemos que se hagan amigos, sino que haya una relación cordial, que se saluden e incluso participen en la vida del pueblo. Lo que pasa es que vienen, se construyen unas casas grandiosas y se encierran en ellas y tú no sabes ni quiénes son, pero no se trata de juzgarles, sino de buscar un camino de convivencia sana para todos.

-Otro tema que ha dado de qué hablar es la gestión del albergue. ¿En qué situación se encuentra?

-Cuando llegué a la Alcaldía existía un proyecto para licitar las obras y otro para licitar la gestión, pero el primero incluía una actuación faraónica que considero innecesaria. El albergue necesita una obra más sencilla y viable. El problema ahora es que no tenemos secretaria municipal y no podemos realizar cuantas gestiones nos gustaría. Otra iniciativa importante es que hemos solicitado ayuda al Gobierno de Cantabria para que la Danza de las Lanzas de Ruiloba sea declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco.

-¿Más proyectos?

-Hay una zona de la playa de Luaña, de Cóbreces, que pertenece a Ruiloba y donde hay un puente obsoleto que no se utiliza y que da mala imagen. Tenemos autorización de Costas para limpiar la zona y adecentarla. Otro problema que nos preocupa es la pista de pádel, que se encuentra en muy mal estado. De hecho, hemos decidido cerrarla por el peligro que corren los usuarios de sufrir alguna lesión mientras realizan ejercicio. Desde el Gobierno de Cantabria nos han comunicado que es viable repararla. Ahora tenemos que redactar una memoria y presentársela. También estamos pendientes de conseguir un transporte para que las personas mayores sean trasladadas a los centros médicos. De hecho, los martes y jueves hemos contratado un taxi para que aquellos que lo necesiten puedan acudir al consultorio de Santillana del Mar.