Ruiz Jimeno: «El Soplao no deja de sorprendernos»

-Finalizado ya el mes de agosto, ¿qué balance hace de lo que llevamos de temporada turística?

-Empezamos el año con muchas restricciones y llegamos al verano con datos muy flojos, pero julio y agosto han sido realmente buenos, ya que igualaremos los datos del verano de 2019, anterior a la pandemia. En concreto, en julio hemos superado los 40.000 visitantes cuando en el año 2019 fueron 37.000; y en agosto, a falta de la cifra oficial, los datos han sido muy similares, en torno a los 60.000.

-Trabajar como director de El Soplao, además de una gran responsabilidad, debe de ser especialmente gratificante por lo que ofrece y representa.

-Sin lugar a dudas que lo es, por el entorno en el que está y por la satisfacción que supone el mostrar las maravillas que atesora, ningún visitante sale decepcionado. Yo quisiera también destacar la función didáctica que se realiza a través de las colaboraciones con especialistas y universidades para el desarrollo de importantes estudios científicos, como por ejemplo todos los que rodean al ámbar o sobre el goteo de las estalactitas, entre otros, lo que nos depara de vez en cuando noticias de especial interés para la ciencia.

-Usted que tiene la oportunidad de disfrutar de la cueva constantemente, ¿cuál es su rincón favorito?

-Es difícil quedarse con uno, toda la cueva es un tesoro que merece la pena. Además, a los 24 kilómetros de cavidades que ahora conocemos, se suman las nuevas galerías que siguen apareciendo con las distintas investigaciones y que no dejan de sorprendernos.

-¿Qué representa El Soplao para el turismo de Cantabria?

-Además de ser uno de los recursos más importantes y mejor valorados por los visitantes, un estudio de la Universidad de Cantabria del año 2018 concluyó que El Soplao produce un retorno económico de 30 millones de euros, además de otros 10 millones más inducidos, y que genera, entre los puestos directos, los indirectos y los inducidos, unos 750 empleos, cifras que dan idea de su importancia.

-¿Y para una comarca especialmente deprimida como el Valle del Nansa, con grandes problemas de despoblación y envejecimiento?

-Pues sin duda desde su apertura está suponiendo un gran impulso para todo el valle, tanto porque una gran parte de los empleos son de gente de la zona, como porque muchos de los que nos visitan se acercan a otras propuestas que se ofrecen, como en la Ferrería de Cades, sus restaurantes y alojamientos. Además, desde El Soplao colaboramos en algunos proyectos que desarrollan sus juntas vecinales.

-Desde su apertura, El Soplao ha ido creciendo con nuevas propuestas, ¿cuál destacaría?

-Hemos ido creciendo en todos los aspectos, en cantidad y calidad. Junto a la visita turística con la que empezamos, que es la mayoritaria, seguimos con la de aventura y la completamos con la minera, que supone ofrecer nuevas e interesantes experiencias para un público más minoritario, pero también importante. Pero yo destacaría el esfuerzo que hemos realizado por mejorar la calidad en todos los aspectos, con lo que hemos conseguido la certificación de la 'Q' de Calidad Turística, pero sobre todo el haber logrado el certificado de Accesibilidad Universal, por el que cualquier persona, a pesar de la discapacidad que tenga, podrá disfrutar de la visita turística. Esto nos ha obligado a realizar actuaciones importantes, como la instalación de un elevador interior para salvar un desnivel que antes les impedía visitar la sala de La Ópera, que es la que concentra la mayor formación de excéntricas, a donde ahora pueden acudir como el resto de los visitantes. Para mí, ha sido una de las mayores satisfacciones.

-¿Tienen algún nuevo proyecto para el futuro?

-La pandemia nos ha trastocado algunos planes, pero seguiremos trabajando en el proyecto de accesibilidad universal que requiere mejoras continuas y también están las mejoras previstas en los accesos desde Valdáliga y también en un tramo de la carretera desde la localidad de Celis.

-¿Volverán los conciertos a El Soplao?

-Sin duda, en cuanto la situación lo permita. Aunque por respeto al entorno no pueden ser mayoritarios, suponen un atractivo extraordinario y una promoción incalculable los conciertos de artistas como Carlos Núñez, Víctor Manuel, Los Secretos o Jorge Drexler, entre otros. Recuerdo el mensaje que Loquillo envió por su redes sociales antes de iniciar su actuación, mostrando su emoción porque iba a ofrecer un concierto «en el auditorio más antiguo del mundo».