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Vicente Cortabitarte
San Vicente
Viernes, 25 de octubre 2024, 07:19
Que el sorropotún es un plato típico de San Vicente de la Barquera es algo que quienes conocen este popular guiso marinero nadie duda. Pero a partir de ahora el municipio barquereño cuenta con el reconocimiento oficial para utilizar el sorropotún como marca propia, tras haber finalizado el expediente y quedar registrado ya en la Oficina Española de Patentes y Marcas. Con esta iniciativa, promovida por el Consistorio barquereño, se trata de fortalecer la identidad de este guiso como plato propio, diferenciándolo de otros similares, y promocionar su consumo como un recurso más de San Vicente.
El sorropotún es un plato de tradición marinera cuyo origen se pierde en el tiempo y cuya elaboración se ha ido transmitiendo de generación en generación entre los barquereños, manteniendo unas características propias, a pesar de tener bastantes similitudes con la marmita de bonito que, con diferentes nombres como el marmite o marmitako, se elabora en muchos de los puertos del Cantábrico.
Las primeras referencias escritas en torno al sorropotún se encuentran a comienzos del siglo XX aunque nadie duda de que se trata de un guiso que nació mucho tiempo atrás en las cocinas de los barcos de los pescadores barquereños que faenaban en la costera del bonito. Este guiso era el plato básico de subsistencia de los marineros en las largas costeras de este pescado azul que, por sus características, obligaba a los marineros a permanecer durante muchos días alejados del puerto. En aquellos años las embarcaciones carecían de los equipamientos y medios necesarios para mantener una despensa de productos en buenas condiciones para alimentar a la tripulación y por ello recurrían a aquello que pescaban. Así, junto al bonito, en el guiso se empleaba alguna verdura resistente como la patata y la cebolla que se pueden conservar durante bastante tiempo, junto con el aceite y el agua. A todo ello se añadía el pan que endurecía en las bodegas durante la costera.
El excelente resultado que se conseguía con estos productos y el hecho de resultar un plato accesible para casi todo el mundo, contribuyeron a su popularidad, primero entre los propios barquereños y, más tarde, entre los primeros turistas llegados a San Vicente. Todo ello ha contribuido a convertirlo en el plato estrella de la gastronomía de la villa que, además de en las cocinas de los barquereños, se puede disfrutar en muchos restaurantes.
Su popularidad le ha convertido en protagonista de una de las principales fiestas de San Vicente, el Mozucu, que se celebra cada 9 de septiembre, como colofón a sus fiestas patronales. En esa jornada, coincidiendo con la finalización de la costera del bonito y con el hecho de que las embarcaciones están amarradas a puerto, las familias de la villa se unen para elaborar este guiso y disfrutar de un día de fiesta.
Alrededor de la preparación y posterior degustación del sorropotún ha girado esta fiesta que se potenció de manera especial hace ya más de medio siglo, con la llegada masiva de turistas a la villa, organizándose por parte del Ayuntamiento un gran sorropotún colectivo en el pinar de la playa de Merón.
El auge de esta iniciativa ha ido creciendo en los últimos años, hasta llegar a las 5.000 raciones que se reparten gratuitamente, convirtiéndose en la gran fiesta de la confraternización de barquereños y visitantes que el año pasado recibió el reconocimiento como Fiesta de Interés Turístico Regional.
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