El temporal y las corrientes de la ría de San Vicente provocan importantes daños en una embarcación deportiva

Esta es una situación que se viene sufriendo prácticamente todos los años en los que es habitual la pérdida de alguna de las muchas embarcaciones fondeadas en el interior de la ría barquereña, un problema que denuncian los responsables del Club Náutico de San Vicente que es una consecuencia de la falta de amarres para mantener en lugar seguro sus embarcaciones.

Esa falta de amarres, unido a los temporales y a las fuertes corrientes que se producen en la ría, mucho más en la actualidad tras la apertura de la marisma de Rubín, provoca que los amarres de algunas de esas embarcaciones fondeadas en la ría no resista la fuerte presión a la que se ven sometidas por esas condiciones.

Por esa razón en la madrugada del pasado viernes una embarcación de 9 metros de eslora, propiedad del barquereño Agustín González Berrazueta, fue arrastrada por la corriente a mar abierta y allí el oleaje la llevó contra las rocas de la zona conocida como 'Piedras Negras' sufriendo importantes daños en el casco, dejándola prácticamente inservible. Además de los daños naturales por el impacto unos desconocidos se aprovecharon de la circunstancia para robar sus aparatos, pertrechos y aparejos que tenían en su interior.

En la mañana del domingo con la ayuda de un tractor y un remolque se ha logrado sacar del lugar en el que varó siendo llevada hasta el aparcamiento situado en la zona de Berderna desde donde será llevada mañana domingo por un camión a un desguace ya que los daños sufridos no permiten su reparación, según ha manifestado su propietario.

En la madrugada de hoy domingo se ha reproducido la misma situación con otra embarcación, en este caso propiedad de Emilio Balbín, pero en este caso con la fortuna de que un marinero se percató de la situación y con su embarcación logró recuperarla cuando se dirigía a mar abierta.

Estos dos nuevos incidentes se producen cuando se sigue a la espera de la decisión judicial por la paralización cautelar decretada por el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria hace dos años sobre el proyecto de ampliación del puerto deportivo para dotarlo de 273 nuevos amarres que resolverían esta situación.

«San Vicente necesita con urgencia y sin más dilación esa ampliación de nuestro puerto deportivo. No podemos mantener ese centenar largo de embarcaciones fondeadas por la ría sometidas a esas condiciones naturales que provocan todos los años la pérdida de dos o tres embarcaciones. Esta es una clara evidencia de la necesidad de esos nuevos amarres, por ello no entendemos la denuncia realizada por algunos grupos ecologistas contra este proyecto que responde a una necesidad real de los vecinos de San Vicente que seremos los principales beneficiarios de él y no caprichosos millonarios como han intentado hacer creer. Por ello esperamos una rápida respuesta de los tribunales y que permita construirlo», ha manifestado a través de una nota el Club Náutico de San Vicente.