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Durante el gran apagón que dejó a oscuras toda la Península Ibérica el pasado 28 de abril, uno de los pocos pueblos que se ... libró de sus consecuencias fue San Vicente del Monte. En 2020, la compañía eléctrica Viesgo instaló en esta localidad de Valdáliga un sistema experimental de suministro que funciona mediante el almacenamiento de energía en baterías. Algo muy similar es lo que quiere instalar ahora esta misma empresa suministradora en el municipio de Los Tojos. No en previsión de que la red nacional vuelva a fallar, sino porque esta es la manera más efectiva de poner fin a los habituales fallos en el suministro que sufren los vecinos desde hace mucho tiempo. Si el proyecto que acaba de sacar a información pública la Dirección General de Energía del Gobierno de Cantabria pasa todos los trámites administrativos, los problemas de luz serán cosa de la historia. Y, de paso, estarán cubiertos frente a futuros apagones como el de hace dos semanas.
«No es que nos quedemos todos los días sin luz, ni mucho menos, pero cuatro o cinco veces al año lo sufrimos. Es una demanda histórica que parece que ahora se va a ver solucionada», explica la alcaldesa de Los Tojos, la popular Belén Ceballos, que cuenta que cuando esto ocurre también se suelen quedar sin señal de telefonía móvil en este rincón del valle de Cabuérniga. Ceballos detalla que las averías se dan cuando hay mal tiempo, coincidiendo con nevadas o con fuertes tormentas.
Ocurre porque, como aparece en el proyecto sometido a información pública, a Los Tojos llega ahora una línea de media tensión que conecta con la línea Cabezón-Cabuérniga. La energía entra en el centro transformador actual por vía aérea, a través de postes. Y las averías se dan porque las inclemencias meteorológicas o la caída de árboles arrancan los cables y se produce una desconexión hasta que Viesgo llega para solucionar la incidencia.
Una vez descartada la opción de soterrar la línea por los problemas ambientales, la difícil orografía y el elevado coste, lo que ha decidido la compañía eléctrica es construir un nuevo centro transformador con unas baterías adosadas con una capacidad de 800 kilovatios hora. Se activarán automáticamente cuando falle la conexión y tendrán suficiente autonomía para funcionar hasta que se persone el técnico.
Las baterías son de litio, una tecnología de almacenamiento «segura y eficiente», y disponen de un sistema de monitorización, telecontrol y telemetría de IoT conectado con los sistemas de la compañía, lo que permite operar los diferentes modos de funcionamiento de forma remota y en tiempo real. También están dotadas de sistemas de climatización. «Se instalarán en contenedores de 20 pies con sistemas envolventes diseñados para entornos hostiles y logísticamente desafiantes, ofreciendo protección contra el polvo, la humedad y el calor», detalla el proyecto.
El presupuesto estimado asciende hasta los 725.000 euros, que correrán a cargo de Viesgo. Y el plan de trabajo apunta que, una vez que empiece la obra -si nada frena el proyecto-, todo estará finalizado en un mes. «No nos han dicho cuándo lo pondrán en marcha, pero sí sabemos ya en qué terrenos se van a instalar las baterías y que se tomarán medidas para que no generarán impacto visual», añade la regidora, que confía en que esta especie de «pila» que dará garantías al sistema eche a andar cuanto antes.
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