El Tribunal Supremo anula definitivamente el proyecto del puerto deportivo de San Vicente

Según viene a señalar el Alto Tribunal, no hay base jurídica suficiente en ninguno de los dos recursos planteados para variar el dictamen judicial previo del TSJC. Así lo viene a decir en una breve providencia dictada el pasado mes de julio, pero que no se ha conocido hasta ahora, tras tener acceso al texto El Diario Montañés.

Ante este nuevo varapalo judicial para el futuro puerto deportivo barquereño, los implicados en todo este proceso (Consejería de Fomento y Ayuntamiento de San Vicente) eludían ayer pronunciarse o hacer valoraciones al respecto. La única opinión reseñable es la de la alcaldesa socialista de San Vicente, Charo Urquiza, que adelanta que se valorará el asunto «cuando se analice más detalladamente tanto el proyecto como la situación en la que se encuentra tras esta sentencia».

Con esta providencia del Supremo se da carpetazo definitivo al prototipo del puerto deportivo de San Vicente de la Barquera, al menos con este proyecto, tal y como está, y que fue cuestionado desde sus inicios por los ecologistas.

A pesar del fallo judicial, todo apunta a que existe aún la posibilidad de que los responsables regionales puedan reformular el mismo e, incluso, volver a tramitarlo en condiciones similares o con ciertas modificaciones. Al respecto, cabe recordar que el modelo portuario contó, desde sus inicios, con el apoyo de todas las fuerzas políticas municipales, a excepción de IU que, desde hace dos legislaturas, no cuenta con representación en el Consistorio barquereño. Un respaldo al que se ha sumado siempre el Gobierno de Cantabria, así como con la mayor parte de los colectivos sociales y empresariales de San Vicente que, desde siempre, han considerado que el puerto era una infraestructura estratégica para el futuro desarrollo del municipio y, por ello, convocaron varias movilizaciones en su defensa.

Los planes para el puerto de San Vicente de la Barquera han contado con una larga tramitación administrativa al ejecutarse en un espacio que cuenta con diferentes figuras de protección, como es el Parque Natural de Oyambre y su catalogación como Lugar de Interés Comunitario (LIC). A pesar de ello, contaba con los informes favorables de todos los organismos implicados, entre ellos el del propio Patronato del Parque Natural de Oyambre y con diversos informes y estudios ambientales que lo avalaban, como el del Instituto de Hidráulica (IH).

Sin embargo, el proyecto que llegó a iniciar su ejecución en el año 2019 terminó en primer lugar paralizado de manera cautelar y, posteriormente, de manera definitiva en 2022, cuando el TSJC consideró que tenía «importantes afecciones ambientales», tal y como formularon los ecologistas. No obstante, aquel fallo dejó un resquicio legal y una puerta abierta a la esperanza de las administraciones implicadas, porque contó con un voto particular contrario de uno de los tres magistrados del Alto Tribunal cántabro.

Tras la anulación de la infraestructura portuaria tal y como estaba planteada, desde el equipo de la entonces Consejería de Obras Públicas -que dirigía el regionalista José Luis Gochicoa- se había valorado iniciar una nueva tramitación del proyecto corrigiendo los fallos detectados en la sentencia del TSJC. Sin embargo al final se inclinaron por presentar el recurso de casación al Supremo, basándose, entre otros aspectos, en ese voto particular al considerar que «existían argumentos sólidos para poder sacarlo adelante».

A falta de conocer los pasos que se den a partir de ahora desde la Consejería de Fomento sobre este asunto, la presidenta regional, María José Sáenz de Buruaga, ya mostró su total respaldo a la actuación en la primera visita que realizó a la villa el pasado verano tras su toma de posesión. «A falta de la sentencia del Tribunal Supremo -dijo-, el nuevo puerto deportivo de San Vicente estará incluido en el nuevo Plan de Puertos de Cantabria» que diseñará su Ejecutivo, según adelantó.

Buruaga subrayó además que el proyecto ahora anulado era «una infraestructura adecuada, razonable y ajustada, tanto económica como ambientalmente a las necesidades de San Vicente de la Barquera», por lo que recalcó que desde el Gobierno se impulsaría su ejecución. «Es una reivindicación histórica de los barquereños», destacó entonces la presidenta.

El prototipo de puerto que ahora ha quedado definitivamente cancelado contaba con un presupuesto superior a los 4,5 millones de euros y contemplaba instalar, en el frente del paseo marítimo de la villa, seis pantalanes con 272 amarres, teniendo como uno de los aspectos más estacados de la actuación la ejecución de un importante dragado de aproximadamente 200.000 metros cúbicos de arena y tierra, actuación con la que se lograría dotar a la instalación del calado necesario.

De todo el proyecto se ejecutó la obra de ampliación y consolidación del paseo marítimo, al que se le dotó de la infraestructura para dotar de servicios a los futuros pantalanes. Hay que recordar que, junto a la actuación del puerto deportivo, se contemplaba realizar cuatro actuaciones de compensación medioambientales en las que se invertirían más de medio millón de euros, actuaciones que también están anuladas.

u

u

u

u