Las tudancas celebran su día grande en Cabezón de la Sal

. Los criadores harán desfilar a sus reses desde las cabañas hasta la finca de Ontoria, donde permanecerán durante toda la mañana y parte de la tarde. El paseo es un espectáculo. A primera hora de la mañana ya suenan los primeros campanos por Cabezón y las calles son de las vacas. Su imagen se refleja en los escaparates. Protagonistas inusuales. Todo el mundo las mira. A las 10.00 horas en el recinto ferial, situado en la avenida Santiago Galas, ya estarán las primeras reses y media hora más tarde se ofrecerá una degustación de la hamburguesa de esta carne de vacuno.

Poco a poco van llegando a Ontoria y allí esperan a ser vistas, se lucen, se venden y se compran. Luego la mejor ganadería gana. Aquella donde las vacas estén más sanas, más bonitas, más brillantes y mejor alimentadas. El premio es un orgullo para los participantes. Un orgullo grande. A las 13.45 horas se ofrecerá en el escenario situado en ese recinto la actuación del Coro Ronda Salines, mientras que tres cuartos de hora más tarde se celebrará la entrega de premios, trofeos y campanos a los ganaderos participantes, una decisión que corresponderá al jurado del certamen, formado por 22 especialistas.

Mientras, varias decenas de puestos ocuparán el terreno colindante a la finca. Si el tiempo acompaña, son cientos los visitantes que pasean por la zona para comprar todo tipo de productos tanto de alimentación como de artesanía. Desde pan, quesadas, dulces, chorizos, miel o licor hasta albarcas, bastones, boinas, paraguas o bisutería. La oferta es interminable.

El momento más esperado llegará a las cuatro de la tarde, con la gran 'pasá' de las vacas tudancas, que desfilarán de Ontoria a Cabezón de la Sal, acompañadas de sus pastores y de bigaristas, piteros y gaiteros. Las tudancas ocupan las calles del municipio durante más de una hora. Los vecinos y visitantes ven pasar una, dos, tres, cuatro, cinco vacas. Así hasta novecientas. La pasarela es el suelo cabezonense y el desfile nunca termina. Todo son fotos, admiradores y apasionados del ganado de Cantabria. Para terminar con buen sabor de boca, los 'Hermanos Cosío' actuarán en la Plaza de la Paz a partir de las 18.30 horas.

Dentro de las novedades, este año se homenajeará al ganadero de Carrejo fallecido este año, Camilo Herrero Iglesias. «Era un vecino relevante que siempre acudía con sus vacas a la Olimpiada del Tudanco», explicó el presidente de la Asociación, Lorenzo González. Además, añadió, «tenía muchas cabezas, era muy meticuloso con la raza y le gustaba mejorar la genética». Una persona que «vivía el Pilar y vivía la vaca», resumió González. El Ayuntamiento y la Asociación entregarán un galardón a la familia del difunto Camilo.

Por su parte, el alcalde de Cabezón, Víctor Manuel Reinoso, destaca además que esta fiesta de las vacas «es la más importante de todo el año y sirve para dar visibilidad a este sector, observar cómo evoluciona y dar a conocer la raza a la gente que viene de fuera de Cantabria». Los ganaderos decidieron hace tres años no acudir a la Olimpiada del Tudanco en protesta por la falta de ayudas del Gobierno Regional a esta raza autóctona en peligro de extinción. La decisión supuso importantes pérdidas para los hosteleros de la localidad, ya que es uno de los días más importantes del año también desde el punto de vista de las ventas. Tras esta y otras huelgas similares, Administración y afectados lograron llegar a un acuerdo y desde entonces la cita se celebra de nuevo con normalidad. «Las aguas volvieron a su cauce y ahora estamos de acuerdo», recuerda el presidente de la Asociación y alcalde de Valdáliga, Lorenzo González.

El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, por su parte, ha reivindicado el valor de esta raza autóctona, que es «la más guapa», y ha destacado el esfuerzo de la asociación y del Gobierno regional en mantener a este especie «recuperada», pues ha doblado el número de cabezas registradas en el libro genealógico en los últimos diez años. Al ser preguntado por si ya no está en peligro de extinción, Blanco ha afirmado que hay que seguir «cuidándola y mimándola siempre».

«No vamos a dejarla perder. Está en un umbral que necesita nuestra colaboración. La raza ya podría estar fuera de los estándares de peligros para algunos, pero nosotros seguiremos manteniéndolo«, ha apostillado, al tiempo que ha recalcado que se mantendrán las ayudas para los ganaderos de esta raza autóctona.

El Día del Pilar, Cabezón volverá por tanto a llenarse de público. De conocidos y desconocidos que acudirán a disfrutar de una de sus fiestas grandes, que gira en torno al ganado autóctono, al que se esfuerzan por poner en valor. Como el concurso tiene lugar en Cantabria y aquí el tiempo es variable, los participantes se pasan la semana anterior al evento mirando al cielo y deseando que el día grande luzca el sol. Y eso que el Pilar en Cabezón es mucho Pilar y la gente se acerca igual. Eso sí, si llueve a quien prefiere meterse en los restaurantes a disfrutar de un buen cocido montañés. No hay mal que por bien no venga.