La urbanización del Golf Santa Marina ya tiene licencia para las primeras viviendas

Tras la definitiva aprobación del actual Plan General de San Vicente de la Barquera en 2015 y del Plan Urbanístico de Santa Marina dos años después, documentos en los que los tribunales rechazaron sendos recursos presentados por la organización ecologista Arca, quedaron despejadas las dudas sobre la legalidad del proyecto.

Pero el paso definitivo para llegar al decisivo momento actual fue el desembarco en 2018 de la sociedad madrileña Civisa -que tiene estrechos vínculos con Cantabria- en el complejo de Santa Marina, es decir, en el campo de golf y en el suelo urbanizable, tras hacerse con la propiedad del primero y con más del 80% de participación en el segundo, en los respectivos concursos de acreedores en los que estuvieron inmersos.

Desde entonces se ha estado trabajando en el proyecto de compensación que está pendiente de un último trámite antes de su aprobación definitiva, lo que permitirá ejecutar, además de la propia urbanización de Santa Marina, otras dos actuaciones de gran importancia para San Vicente. Se trata de la cesión al Ayuntamiento de tres grandes parcelas, dos de ellas urbanizables, en las que se podrán construir hasta 200 viviendas sociales y, por otra parte, que los actuales gestores del campo de golf, diseñado por Severiano Ballesteros, puedan acometer el proyecto de ampliación y dotación de nuevos equipamientos deportivos.

Las características de las primeras viviendas que comenzará levantarse a comienzos de 2025 responden al concepto de exclusividad y alto standing que ha imperado en el proyecto de Santa Marina. En esta primera fase se actuará sobre dos áreas de los 350.000 metros cuadrados del suelo urbanizable que rodea al campo de golf. Por una parte se proyectan dieciséis viviendas que se levantarán en parcelas de 500 metros cada una y otros 37 chalets pareados, doce de los cuales contarán con jardín individual. La inversión en esta primera actuación ronda los siete millones de euros, que se suman a los ocho millones de coste de la urbanización de los terrenos, de la que ya se ha ejecutado el 50%.

Según han señalado los promotores, la «extraordinaria acogida» que ha tenido el proyecto les ha llevado a trabajar ya en la segunda fase, en la que se replicará la actuación más inmediata, incluyendo otro reducido número de viviendas del máximo nivel que se levantarán colindando con los hoyos 10, 11 y 12 del campo de golf. Cada una de ellas contará con una parcela privada de 1.000 metros cuadrados.

Pese a que inicialmente se contemplaba que la urbanización llegase a contar con unas 350 viviendas, al final parece que su número se reducirá al apostar por unidades individuales con amplias parcelas, características que, según los promotores, responden al interés de los compradores.