Un toro mata a un hombre en Ucieda un mes después de atacar a su dueño

«No sé por qué no lo sacrificaron cuando lo vieron venir; porque esto es algo que, obviamente, se veía venir», declaró un avecina de Ucieda que vive en una casa muy cercana a la zona donde se produjo el trágico ataque.

Cuenta que el sonido de las ambulancias alertó a todo el pueblo la tarde del domingo: «Sabíamos que algo muy malo tenía que haber pasado. Como desde aquí no se ve bien, llegamos a pensar que había un accidente en la carretera, pero luego ya nos contaron que había sido el toro».

El ejemplar, de cuatro años, se ha criado en la ganadería. «Nadie sabe aún qué ha podido llevar al animal a atacar a su cuidador, porque al parecer lo conocía desde que había nacido y se ha criado aquí», relató otro vecino.

La víctima, de 51 años, vivía con su mujer y su hijo, de 14 años, en Cabezón de la Sal. La familia había viajado desde Córdoba hacía más de siete años para trabajar en la ganadería Meca. Fue precisamente su esposa, que también trabaja en la estabulación, quien lo encontró sin vida. «Me han contado que ella estaba en casa esperando a que él volviera, y que como tardaba tanto, al final fue a Meca a buscarlo. Yfíjate la pobre con lo que se encontró», explicó otra vecina, que tampoco dijo su nombre, pues en un pueblo tan pequeño, todo el mundo se conoce, «y no quiero que nadie luego piense mal». Este lunes por la mañana se procedió a realizar la autopsia del cadáver.

Entre tanto, en la estabulación nadie quiso manifestarse. Esta mañana sólo el sonido del ganado en las cuadras rompía el silencio del lugar. No había nadie, y si lo había, prefirió no ser visto para no tener que hacer declaraciones. Pero en el pueblo hay quien advierte que el toro que causó la muerte de este trabajador era un animal violento, que ya había dado señales de que «no era de fiar».

«Tenían que haberlo quitado hacía tiempo», dijo un conocido de la familia propietaria de la ganadería. «Si un toro entra así a una persona, como le entró al dueño hace tiempo, lo lógico es que volviera a hacerlo. Tarde o temprano sabes que un día va a estar mal, por lo que sea, y te va a atacar».

En la cafetería que se encuentra frente a la estabulación 'Autocamping Ucieda', un círculo de vecinos mascaba el asunto: «Sabemos poco porque no estábamos cuando sucedió», confesó uno. «Al parecer era un chico de fuera, que había venido aquí a trabajar hace unos años. Es una verdadera pena porque al parecer tenía un hijo», contó otro.

Otro animal de la misma ganadería se escapó hace semanas del recinto y comenzó a andar por la carretera. Un vecino del lugar, que prefiere el anonimato, se hizo cargo de reconducirlo a un prado cercano. «Lo vi y utilicé un chaleco reflectante de tráfico para ahuyentarlo y llevarlo hasta un prado donde poder encerrarlo», recordó. «Es un animal complicado. Me puse frente a él varias veces para cerrarle el paso pero, si me quedo, me pasa por encima». «No es el mismo toro que ha producido este accidente, pero tampoco parecía ser este más noble que el primero. Con esto quiero decir que el asunto de los toros es peligroso. Hay que tener cuidado porque de toda la vida he conocido ataques de vacas y toros a personas y no tenemos suficiente cuidado», razonó.

El ataque mortal de esta res es el cuarto registrado en Cantabria en los últimos cuatro años. En diciembre de 2016, un vecino de Gama (Bárcena de Cicero) murió en su finca tras ser embestido y corneado por un toro. En abril de 2017 murió la cartera del Valle de Cabuérniga, de 57 años de edad, al ser embestida por una vaca en el pueblo de Terán. Un año después, en agosto de 2018, un joven de 33 años que estaba ayudando a su padre a conducir el ganado de una finca a otra falleció en Vidular (Bárcena de Cicero) tras el violento empujón de una vaca, que le hizo caer y golpearse con una estaca.