«Vamos a seguir de cerca los pasos que se están dando para tirarnos el puente»

Contaban con que, a diferencia de lo ocurrido la semana pasada, se iba a cortar el acceso al barrio por ambos lados del puente y por eso, algunos acudieron a la una de la madrugada y permanecieron allí hasta las seis y media, cuando consideraron que había pasado un tiempo prudencial para descartar que finalmente tuviera lugar el citado tercer intento. En ese lapso de tiempo, se divisó una patrulla de guardias por la autovía, en dirección de San Vicente a Pesués, lo que hizo que los afectados afianzaran sus sospechas de que Adif volvería a la carga con un nuevo intento de demolición.

Esta vez no plantaron sus tractores en medio del camino para evitar el paso de la maquinaria encargada de ejecutar la obra, pues ya les han llegado las primeras multas por estacionar en la vía pública en la primera contienda, la del mes pasado. Pero tampoco se quedaron de brazos cruzados tras las represalias. Apagaron la luz de las tres farolas que alumbran la zona y colocaron un cierre con un pastor eléctrico en torno a la vivienda y a la ganadería de la familia Sañudo, para que nadie que no estuviera con su causa campara a sus anchas por su propiedad como había ocurrido anteriormente.

Muchos han sido los interesados en apoyar a los vecinos, sobre todo desde que la situación se hiciera tan notoria a raíz de los últimos acontecimientos. Y Pedro Sañudo, ganadero de 29 años con la nave y la vivienda más cercanas, no para de recibir ánimos y propuestas para seguir en la lucha y no tirar la toalla.

Entre las más comedidas, pero difíciles de llevar a la práctica por las horas intempestivas a las que se prevé el derribo, si hay manera de preverlo está la de acudir a hacer fuerza. «Ha habido políticos que se han ofrecido a ponerse en el puente porque con ellos encima no van a hacer nada», explica Sañudo, que también comenta que son numerosas las personas de su pueblo y de otros que estarían dispuestas a acudir para conseguir hacer un grupo grande. «El problema vuelve a ser la hora y que vendrán de nuevo sin avisar», señala. No obstante, considera que con su familia, la de Alfredo Vélez, de la primera vivienda del otro lado del puente, y algunos allegados más, serán suficientes para seguir dando la cara en futuros acontecimientos, porque todos siguen «muy pendientes». «Estamos atentos a todo lo que pueda ir sucediendo y vamos a seguir de cerca los pasos que se estén dando, no es una cosa que vayamos a dejar de lado», insiste el ganadero.

El puente en cuestión se encuentra en un avanzado estado de deterioro pero es muy utilizado por los vecinos tanto para acudir con los animales a las explotaciones ganaderas como para transitar de una localidad a otra del municipio. Por eso, los afectados exigen garantías de que la estructura se restituirá en el menor tiempo posible. El Gobierno regional comenzó un día después de los altercados de la semana pasada a realizar los sondeos para el proyecto. La obra está pendiente de un convenio para ver quién se hace cargo de su financiación.