Los vecinos de Ruiloba rechazan la reanudación de la concentración parcelaria

Los trabajos han dado comienzo después de que en mayo pasado el Pleno municipal diera el visto bueno al proyecto y el Gobierno regional asignará a estas tareas una partida de 321.000 euros. En septiembre, la alcaldesa, Sara Portilla (PRC), recibió a los afectados en presencia de un técnico para informarles. Ninguna de las explicaciones les convenció. «Le dije al encargado de Tragsa que en el momento que tocaran una finca lo íbamos a parar y él me aseguró que levantaba las máquinas y se iba», recuerda Federico Vega Vega, quien explica que «Si arreglan los caminos, que los arreglen, pero no lo queremos en los prados».

En el mismo sentido se pronuncia Alfredo Otero.«Al de la pala le dije que no tocase nada». Otero se muestra contrario a que el intenso turismo de Ruiloba se concentre en esta zona porque «la gente los mismo te deja la portilla abierta, que trae perros que asustan a las vacas, tiran los plásticos por ahí...». El ganadero de Trasierra lamenta, que, al final, «Nos tendremos que ir de aquí con las vacas». Recuerda que hace unos veinte años también hubo un intento de ejecutar este proyecto pero no dio los frutos esperados.«A mi abuelo y a mi padre les cogieron terreno y todavía estamos esperando», señala, para concluir que «Ya no queremos la concentración».

Iván Cuetos, otro de los vecinos afectados, confiesa desconocer «cuál es el objetivo final» aunque, a su juicio, «lo que quieren es unir ésto con El Remedio para que entre el turismo y den la vuelta por la costa». «Pero claro, a nosotros nos echan del pueblo», resume.

Desde la Consejería de Ganadería del Gobierno regional señalan que el proyecto está actualmente en exposición pública para que se puedan presentar alegaciones y recuerdan que las reuniones con los técnicos han sido dos. Las mismas fuentes señalan que la red de caminos de una concentración parcelaria se arregla con dos objetivos:«Mejorar el día a día de los ganaderos y la accesibilidad de las fincas». Explican hasta el momento los trabajos que se han iniciado son los de limpieza.

Por su parte, la alcaldesa de Ruiloba, Sara Portilla, reconoce que con la concentración parcelaria se abrirán caminos nuevos pero que lo último que se pretende es perjudicar a los ganaderos, sino todo lo contrario. «Una vez terminado se pondrán carteles para especificar que es para 'uso agrícola o ganadero», explica.

Desde la oposición de Ruiloba, la concejala de Ciudadanos Mar Bielva, apoya la postura de los vecinos y se muestra partidaria de «hacer lo que sea» para evitar que se lleve a cabo el proyecto. «Ninguna concentración parcelaria se inicia así porque esto es avasallar», afirma. A pesar de su voto a favor en el pleno de mayo, cree que «se está empezando la casa por el tejado y con la excusa de que hacemos los caminos procedemos a la concentración, porque hay una subvención que en realidad no lo va a cubrir».

La zona donde han comenzado los trabajos está afectada por el POL y, según los vecinos, también lo está por un señorío, una figura que «ofrece aún más garantías para que no se lleven a cabo determinados trabajos». Los vecinos recuerdan también que, retomarse ahora un proyecto de hace más de tres décadas, «las fincas tienen diferentes dueños y la maquinaria agrícola puede transitar perfectamente por la zona tal y como está, sin necesidad de ensanchamiento alguno».