Un auto salva del derribo a veinte viviendas de Piélagos y abre la vía a su legalización tras 23 años

La alegría de los propietarios de Entrelindes es compartida por el resto de afectados por sentencias de derribo de Piélagos -los de las urbanizaciones de Cerrias y L-05, donde el Consistorio ya ha licitado las obras del derribo con la esperanza de no tener que ejecutar el contrato- y del resto de Cantabria porque este camino que abre la Justicia puede sentar jurisprudencia y aplicarse al resto de casos aún por resolver.

La noticia la dio a conocer ayer el consejero de Fomento, Vivienda, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Roberto Media, junto al alcalde de Piélagos, Carlos Caramés, y el director general de Urbanismo y Ordenación del Territorio, Víctor Gil. Media explicó que estas viviendas «hoy se encuentran fuera de ordenación, lo que imposibilita su demolición» y, aunque «esto no quiere decir que las viviendas a día de hoy sean legales», en un futuro «podrán ser legalizadas oficialmente cuando obtenga la correspondiente licencia». «Este es el primer paso hacia la legalización de esas viviendas que se da en Piélagos en muchos años», destacó el titular de Fomento.

Media recordó que el 1 de enero de 2024 entró en vigor la Ley de Medidas Fiscales y Administrativas que acompañaba el Presupuesto de este año, aprobada con el apoyo del PP y del PRC que, «juntos y de la mano de los afectados», trabajaron para introducir unas modificaciones legales en la Ley del Suelo que «han permitido llegar al punto en el que hoy nos encontramos».

Ahora, el juez considera que la disposición adicional duodécima que se introdujo en la Ley del Suelo «no legaliza las edificaciones que hay que demoler, no las declara conforme al ordenamiento, sino lo que hace es declararlas fuera de ordenación, lo que la sujeta a un régimen especial y permite su conservación y será una licencia de obra posterior la que deberá legalizar esas edificaciones». De esta manera, el consejero festeja que «este auto supone una luz al final del túnel para veinte familias que compraron de buena fe, que nunca debieron verse en este proceso tan duro y que esperamos que este auto pueda convertirse cuando antes en una sentencia firme que ponga fin a este calvario».

Por su parte, Caramés explicó que «no es lo mismo lo que se sentenció hace 25 años con la realidad que hay ahora mismo en Liencres». Se refiere a que esa urbanización Entrelindes ahora «está integrada completamente dentro de lo que es la malla urbana, que es la clave para definir que no estamos hablando de declarar como urbano un suelo», sino que «dentro de lo que se ha construido a su alrededor, que está todo perfectamente legal, ya ha generado que ese suelo, por lo fáctico, sea urbano de por sí».

Asimismo, el alcalde opinó que este auto, aunque no sea una «solución definitiva», abre «un halo de esperanza» en lo que entienden que es de «justicia social». A su juicio, se trata de «un problema que generaron en su momento las administraciones», por lo que «entre todas» tienen que trabajar por «encontrar una solución».

En ese sentido, Caramés abogó por seguir trabajando para aprobar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Piélagos y, de esta forma, «poder dar esas licencias que legalizarían de forma definitiva esas viviendas». Y recordó que en el municipio están pendientes del pronunciamiento de la Sala en otros tres procedimientos -la L05, que está junto a la plaza Adolfo Suárez de Liencres; y el 1.721 y el 1.715 de Cerrias- y entienden o les «gustaría pensar» que «pudieran ir en la misma línea» de Entrelindes, aunque eso «depende» de los jueces.