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La casa más famosa de Parbayón, la que cada año ofrece una espectacular decoración navideña que atrae a centenares de personas a su paso por la carretera N-623, está siendo objeto de análisis por parte de los organismos del Estado. Antes, incluso, de que ... el dueño haya empezado a colocar la iluminación de este año. La razón se debe al «grave» riesgo que podría volver a suponer para la seguridad vial de la zona, en una Navidad en la que, además, ya no existen restricciones sanitarias.
La jefatura provincial de Tráfico ya se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Piélagos para advertir del «grave» peligro que esta actividad supone «para la seguridad vial» de la carretera anexa y, por ende, hacer algo al respecto. Así lo aseguró a El Diario Montañés el jefe provincial de Tráfico, José Miguel Tolosa, que confirmó que existe «preocupación» ante lo que podría repetirse en cuanto el propietario instale la iluminación, porque ya ha sucedido antes. La última vez, en Halloween.
Y en esto último se ha basado el informe que Tráfico le ha hecho llegar a la alcaldesa de Piélagos, Verónica Samperio, en el que, además, se le comunica que es necesario «estudiar entre todos los organismos» qué soluciones adoptar al respecto.
Y eso es en lo que están. Por su parte, también la regidora confirmó que se trata de un problema de «seguridad vial» y que los organismos deberán sentarse y adoptar medidas para regular lo que ocurre fuera de los límites de la casa de Parbayón más icónica de la Navidad. Esto es, actuar en la vía pública. La actividad que cada época navideña organiza Francisco Cano en su propiedad ha ganado popularidad. Mucha. Nadie paga. Nadie cobra. Él lo hace de manera altruista y los espectadores no tienen la necesidad de entrar en su finca porque lo ven desde fuera. La carretera N-623 que, cada vez que llega el momento en el que las luces 'bailan' con la música, se colapsa: muchos vehículos paran donde no deben; los conductores y ocupantes –incluidos niños– se bajan a mirar; cruzan; corren riesgos... Un peligro.
El propietario no ha recibido notificación alguna. Ha retrasado incluso la colocación de las luces porque sí le han comunicado que se deben adoptar medidas. Por eso, Francisco presentó ayer un plan ante el Ayuntamiento para pedirle colaboración y que regule lo que ocurre fuera de las fronteras de su casa.
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